[OPINIÓN]

UNA PSEUDOTECNOLOGÍA DE CAJA NEGRA
Por Fernando Saraví
Me enteré de la existencia del Túnel Fotónico por consultas de gente que quería someterse a ese tratamiento, allá por el año 1992. Aproveché una visita a Buenos Aires para curiosear un poco. A primera vista, no me pareció muy convincente. De todos modos, el ingeniero Carlos Belohlavek me invitó, con todo pago, a las II Jornadas Latinoamericanas del TF, realizadas ese año en el Centro Cultural San Martin. Baso mis conclusiones de las exposiciones y del material que me entregaron en esa oportunidad:
1. Faltaba toda explicación concreta sobre qué efectos producía el supuesto sistema.
2. Pese a su nombre, no era un túnel ni empleaba fotones.
3. Supuestamente actuaba por “campos ultradebiles”, aunque no se especificaba cuál era la naturaleza de los presuntos campos.
4. Había una gran cháchara llena de vocablos complejos, sin coherencia ni claridad.
5. El sistema actuaba como una panacea, ya que prometía curar desde dolencias odontológicas hasta el cáncer, pasando por cualesquiera otra enfermedad imaginable.
6. La evidencia de su eficacia era absolutamente anecdótica, y los pocos estudios que pudieran llamarse así, mal controlados y realizados.
7. Faltaba toda documentación bibliográfica sobre las bases físicas del sistema, así como sobre su eficacia y seguridad terapéutica.

El Túnel Fotónico es, por lo tanto, una pseudotecnologia de caja negra. Más tarde, un médico local, el doctor Mussa, quien empleaba el sistema, tuvo la mala idea de solicitar la habilitación de su consultorio al efecto. El ministerio de Salud de la provincia, por resolución 1843/92, prohibió su uso hasta tanto hubiese evidencia científica de su validez. Esto despertó la ira de Belohlavek, quien en un fax me comunicó que el doctor Mussa se había adjudicado la representación del sistema en Mendoza y había cometido un grave error. De todos modos, el ministerio -tras un recurso de Mussa- permitió que el sistema fuese puesto a prueba, y con Mussa (que realmente creía en él) planeamos un estudio clínico. Aunque las autoridades lo hubiesen permitido, Belohlavek no apoyó la propuesta. Luego hubo divisiones entre los usuarios del Túnel Fotónico, ya que más tarde Mussa apareció con otra cosa similar llamada Campo Cuántico, que tampoco pudimos probar por falta de interés de sus promotores.

(Una versión reducida de este texto fue publicada por primera vez en la revista Descubrir Año 7, N° 84. Buenos Aires, julio de 1998.)

NOTAS RELACIONADAS:

Infografía Túnel Fotónico
El verso del túnel fotónico
Una médica en apuros
¿Curan los fotones?
El ANMAT prohíbe el Túnel Fotónico
Texto Completo de la Resolución del ANMAT

BIOGRAFÍAS RELACIONADAS:
Fernando Saraví
Carlos Belohlavek


www.dios.com.ar - Todos los derechos reservados. ©2002 - Alejandro Agostinelli
NOTAS RELACIONADAS