[ENTREVISTA]

ERIK DAVIS: DOMESTICANDO
AL FANTASMA EN LA MÁQUINA
Por Mark Pilkington

Todavía no había terminado el siglo XX cuando Erik Davis escribió "Techgnosis", obra que se convirtió en una guía esencial para comprender ese amasijo de circuitos, cristales y espíritus ambulantes que abrieron paso al Milenio. En su libro, Davis bosquejó párrafos que anticiparon ideas luego cotidianas sobre el misticismo de la Red. Por desgracias, nunca se tradujo al español. Lo remediamos, en parte, con una entrevista que le realizó en 1999 el joven periodista inglés Mark Pilkington.


La misma semana en que tuvo lugar mi encuentro en Londres con Erik Davis, a comienzos de julio de 1999, la iglesia gnóstica Stella Maris abandonó su base en Cartagena, Colombia, y desapareció entre las montañas, aparentemente en busca de la salvación por parte de una nave extraterrestre. La entrevista se desvió de inmediato al tema OVNI.

Erik Davis: Puerta del Cielo, a pesar de no usar la palabra gnóstico, también era un grupo totalmente gnóstico. Me asombra la facilidad con la que pueden convivir lo gnóstico y la mitología metafísica con la tecnología. Los OVNIs son el objeto central del inconsciente tecnológico en el mundo moderno. Junto a la idea de que existe a nuestra disposición una tecnología trascendental procedente del cosmos que nos salvará y nos llevará a algún otro lugar, aparece también la comunicación, todo el fenómeno del channelling (“canalización”). Tomemos un texto "canalizado" bastante habitual, The Starseed Transmissions (Las transmisiones de las semillas estelares). Hay mucho cristianismo ahí, pero el mensaje central es extremadamente gnóstico -“hay que despertarse”, “la realidad es sólo un juego”, y debes despertar y encontrarte a tí mismo para descubrir qué es exactamente lo que está pasando antes de que tenga lugar esa gran transformación apocalíptica. Resulta increíble lo persistente del tema.

FORTEAN TIMES: Un fuerte tema gnóstico tiñe el mundillo OVNI, especialmente desde los ’80. Bob Lazar y John Lear se refirieron a documentos alienígenas que describen a los seres humanos como “contenedores” de almas. Muchos abducidos de John Mack también se descubrieron a sí mismos, luego de regresiones hipnóticas, como almas extraterrestres atrapadas en cuerpos humanos.

ED: Sí, también toda esa idea del “walk-in” (N. del E: personas que creen a su cuerpo ocupado por una entidad extraterrestre). Una de las razones por la que pienso que el gnosticismo es tan apropiado es porque provee una estructura religiosa y mitológica para una cierta sensación de alienación. En parte, tiene que ver con ser individuos fragmentados al comienzo del siglo XXI, con toda esta tecnología. Pero esta alienación también es muy antigua -no se trata de la estructura social, se trata de saber cual es el significado de ser una conciencia dentro de un cuerpo material. Alguna vez fuimos meros monos haciendo monerías, hasta que de pronto apareció la mente, analizando las cosas y diciendo: “Guau, no soy esto, no soy aquello”. Una vez que ese proceso comienza, convirtiéndose en una parte muy importante del desarrollo espiritual, uno toma cierta distancia con el mundo. Me interesan ambas posibilidades de desarrollo en este proceso -se puede tornar increíblemente dualista, alienante y violento, o el mundo que nos rodea se puede abrir a una forma mucho más enriquecedora.

FT: Los temas dualistas parecen teñir todo el amplio rango de fenómenos paranormales y tradiciones místicas -otra interesante vuelta de tuerca tecnológica nos la ofrece la fraternidad de los videntes remotos (RV), con su forma tecnológicamente sofisticada de viajes astrales.

ED: Sí, una cosa interesante sobre los viajes astrales es que, cuando los teósofos desarrollaron por vez primera este lenguaje particular -aunque, por supuesto, estaban reutilizando ideas y prácticas muy antiguas- vivían en una época donde se estaban sucediendo un gran número de revoluciones tecnológicas. Se abrían, por ejemplo, los nuevos horizontes de la electricidad y el electromagnetismo, y ese nuevo mundo les dio el lenguaje de la vibración, al que tan acostumbrados estamos ahora a escuchar como propio de la Nueva Era. En varios sentidos, es una respuesta o un cumplido hacia el nuevo modelo de Universo que precedió a los experimentos de James Clerk Maxwell y Michael Faraday. Antes, en el siglo XIX, las ideas eran muy materialistas, éramos sólo átomos combinándose para crear cuerpos. Pero, con el nuevo mundo eléctrico, sabemos que una gran parte del cosmos es invisible, que las ondas de vibración no son realmente materia... De pronto, en medio de la más alta cosmología materialista, aparece un vacío de saber acerca de ese mundo invisible. En la actualidad ya nos hemos acostumbrado, nuestros cuerpos son atravesados constantemente por señales de radio, y no nos preocupamos.

La noción de doble astral -otra idea muy antigua - también se reformula continuamente. Pienso que hay una relación entre esta noción y la introducción de la fotografía, y en un grado más lejano, del fonógrafo. Hemos llegado a un punto en que la tecnología puede exteriorizar esos aspectos de nosotros mismos que concebimos en nuestro interior, así que nos preguntamos ¿dónde están las fronteras de nuestro ser? Este tipo de reflejos fantasmales en fotos y grabaciones ejerció una influencia muy importante sobre muchos espiritistas. Mucha gente pensó que así es como Dios mantiene al mundo, proyectando una imagen sobre una placa fotográfica -pienso que el cuerpo astral es una manera ocultista de sacar ventaja de esta nueva ambigüedad, moviéndose dentro de este nuevo mundo de fronteras amorfas del ser y tomando el control. Entonces, parece que este tipo de imágenes/metáforas son ineludibles, y la visión remota es sólo otro ejemplo más, reflejo de las discusiones contemporáneas sobre telepresencia. ¿Estoy presente en ese robot que manipulo en el fondo del océano? No, estoy en mi sala de control y también allí. Una parte de mí está proyectada y moviéndose a través del robot. La visión remota es una respuesta perfecta a estas situaciones tecnológicas novedosas.

Con todas estas ideas, lo que siempre estoy buscando, si te mueves tácitamente en este mundo, es en qué te ayuda a ver eso que no viste antes. Si te ayuda a ver algo interesante acerca del funcionamiento de los mundos o de las mentes, entonces vale la pena andar curioseando por ahí, aún cuando pienses que probablemente al final todo sea una pérdida de tiempo. Los OVNIs tienen mucho de esto -yo busco regularmente información sobre los OVNIs porque me permite conocer cosas interesantes acerca del funcionamiento de la ciencia, del mundo y de la manera en que la gente construye sus propias realidades a este nivel.

Aquello en lo que la gente se concentra, para la mayoría no importa, así que pasan horas dentro del mundo Quake o el de la tevé- mientras no salgan a la calle y maten a alguien, no importa. Pero estudios como el de la Universidad de Princeton, midiendo los campos de la conciencia humana -por ejemplo, cuando mucha gente se concentra en determinados eventos deportivos- sugieren que puede ser importante aquello sobre lo que pensamos.

Creo que los mundos de las imágenes arquetípicas, los sueños, el plano astral, el espacio chamánico o como quieran llamarlos, esos lugares son en parte sustentados por la conciencia humana. Estamos construyendo constantemente estos mundos sobre la marcha, así que no pueden considerarse reales; están cambiando todo el tiempo y reflejando nuestra imaginación mientras nos movemos por nuestra vida ordinaria. Hay que ver la manera en que la gente imagina las cosas en este mundo nuevo, cómo la tecnología le ofrece un extraordinario poder a ciertas formas de la imaginación. Pienso que hemos perdido las herramientas para navegar por estos mundos imaginarios a la manera antigua, estamos casi renunciando a nuestro cuerpo físico, pasando más y más tiempo en este espacio etéreo, sin idea de lo que estamos haciendo. El hecho de que todo esto va a traer consecuencias reales para el mundo resulta bastante obvio.

FT: Entonces, ¿piensas que estamos luchando por mantenernos a la par de nuestros propios desarrollos tecnológicos? ¿La tecnología está superando a la conciencia humana?

ED: La conciencia es una fuerza multidimensional, y el mundo de la imaginación popular, el mundo soñado de los dioses y espíritus está siendo dominado por la cultura industrial de las imágenes y la información. La tecnología que hace posible eso está vampirizando la atención y la energía que necesita para sostenerse a sí misma en una manera que se puede considerar demoníaca. Pero pienso que hay algunas finas reservas de conocimiento y conciencia que se están expandiendo actualmente, al menos en algunos grupos, mediante tecnologías que nos muestran cómo nuestros cerebros, y por lo tanto la realidad, trabajan y se mantienen.

FT: ¿Piensa que Internet puede estar desarrollando su propia conciencia?

ED: Por supuesto, uno se tropieza con esa idea todo el tiempo entre la gente más partidaria de esta cultura de la información. Es interesante porque este es uno de esos momentos en el que cuanto más racional y tecnológico seas, más terminas pensando en este tipo de ideas extrañas, como: ¿qué es la mente después de todo? Meramente el producto de esta máquina de carne. Y mientras Internet no es todavía tan sofisticada como el cerebro humano, la idea de que la conciencia puede emerger en un sistema de procesamiento de información de la suficiente complejidad es perfectamente razonable. En verdad, es una de esas ideas inevitables en este mundo nuevo -y una muy interesante, por cierto.

Yo espero el día, y no tengo casi dudas de que llegará, en que suceda algo en el mundo, algún comportamiento, fenómeno o evento de este tipo dentro de la Internet, que nadie sea capaz de explicar. Los sentimientos y las reacciones que la gente tenga al respecto, mostrará hasta que punto estamos dispuestos a aceptar, y temer, de que exista alguna especie de mente aflorando allí dentro. Tal vez no sea nada más que el producto de nuestras mentes trabajando en común -se puede especular indefinidamente con este tema.

FT: ¿Piensa que nos dirigimos hacia cierta clase de crisis ontológica?

ED: Sí, pienso que el mundo desarrollado está condenado a la aparición de ciertas extrañas formas reaccionarias. Entusiastas schizo síntomas -una creciente forma ruin y egoísta del darwinismo, defendiendo que sólo somos genes egoístas tratando de competir en un ambiente hostil. Estas viejas ideas serán recicladas en una forma más perniciosa. Pienso que nos vamos a encontrar relacionándonos interpersonalmente con máquinas, estén o no vivas o concientes de una manera en que los científicos puedan debatir, estaremos interactuando con cosas que tendrán esas cualidades. Eso cambiará la forma en la que experimentamos la vida, y al resto de la gente.

Esto está ya sucediendo con los juguetes de los niños -Furbies, Tamagotchis, etc. Aportan un cierto temor y excitación, y una ambigüedad acerca de la idea de la vida artificial. Conforme estas cosas se vuelvan más interactivas y adquieran mayor vida, estaremos abriendo paso a ese nuevo mundo. Soy de la opinión de que nunca superamos algunas de nuestras más profundas percepciones de la infancia, por lo que no me sorprendería que si la gente crece en ese mundo se adapte con facilidad al uso de interfaces más sofisticadas, que pueden tener un propósito banal, pero con una semblanza de personalidad. Creo que vamos a encontrarnos con futuras inteligencias artificiales personificados en personajes animados, a nivel de la cultura popular. Y con ellos vendrá también el miedo -recordemos que los aun relativamente poco sofisticados Furbies causaron una ola de pánico acerca de si estaban grabando conversaciones.

Hay un elemento de animismo en la tecnología actual que seguirá incrementándose -en los científicos que exploran la vida artificial, los niños que interactúan con juguetes inteligentes, en la relación entre ecología, tecnología y el medio ambiente- devolviéndonos a la forma que vivía el hombre paleolítico, a un mundo donde la propia naturaleza tiene vida.

FT: ¿Dónde dejará esta espiritualidad, basada en la nueva tecnología, a todos aquellos que no se suban al tren?

ED: Es interesante preguntarse en qué medida estamos siendo envueltos en una cierta obsesión hipertecnológica milenarista que, en realidad, se encuentra totalmente al margen de las experiencias vitales de la mayoría de la población en la Tierra. Que esto llegue a tener una dimensión religiosa no me sorprendería; que aquellos que tienen acceso a ese nivel se sientan poseedores de una cierta comprensión gnóstica, un acceso secreto que otra gente no posee. Que eso pueda llegar a convertirse en otra dimensión de la tensión social resulta extraordinario. Y también muy peligroso.

(*) N del E: “Ghost in the machine” es una metáfora del alma, por contraposición a la idea decimonónica del hombre como una máquina sin libre albedrío. Título original: “Exercising the ghosts in the machine”. Por Mark Pilkington. Fuente: Fortean Times N° 129. Diciembre de 1999. Traducción: Alejandro Ravazzola y Luis R. González

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