El “reverendo” Alex Orbito es el “cirujano psíquico” más rico y famoso de Manila, Filipinas, y el más conocido fuera de su país. Su ostentoso aparato publicitario y sus giras por el mundo lo convirtieron en una versión “corregida y ampliada” de Tony Agpaoa. Su exhibicionismo del ejercicio ilegal de la Medicina también le permitió a periodistas, investigadores e ilusionistas examinar y desbaratar sus presuntuosos misterios. Y ese mismo exceso de exposición también lo llevó varias veces a la cárcel, como sucedió en Italia en 2002. La Argentina es uno de los países donde fue desenmascarado y el episodio tuvo tanta difusión que aún se recuerda. Orbito nació en la ciudad dormitorio de Nagkarlan, Cuyapo, Nueva Ecija, situada a 150 km. de Manila, el 25 de noviembre de 1939.

Alex, el más joven de 14 hermanos, no es el único médium de la familia. También lo son su hermana mayor y otros dos hermanos menores. Sus padres estuvieron entre los fundadores del movimiento espiritista en Filipinas. En diferentes entrevistas, Alex declaró que sus poderes le llegaron a través de una serie de sueños recurrentes, a la edad de 14 años. En esas imágenes mentales -cuenta- se veía a sí mismo "curando a multitudes" con la Biblia en una mano. Una mañana llamó a su puerta el hijo de un vecino para rogarle que viese a su madre, paralítica desde hacía diez años. Entonces recordó que, unas noches antes, había soñado encontrarse con una mujer semiparalítica que era transportada en una hamaca. Al ir a verla, ella lo reconoció: ‘¡Sí ¡ ¡Sí! ¡Tú eres el que he visto en mi sueño’, gritó la mujer. “Le tomé sus manos con las mías. Le ordené levantarse. Sin ayuda, se incorporó de su lecho y se puso en pie. Le exhorté con vigor que comenzara a caminar y lo hizo. Así descubrí mis poderes”, asegura Orbito.

Desde entonces, Alex Orbito se convirtió en médium de la Unión Espiritista Cristiana de Filipinas (UECF), una organización religiosa inscripta en Cultos y, mediante centenares de pequeñas capillas dispersas en la región de Pangasinán, con presencia en la localidad de Quezon City, en el gran Manila. Desde los años 40, en la sede de la UECF, se han formado la casi totalidad de curanderos, médiums y “cirujanos psíquicos” existentes en Filipinas. Sin embargo, los curanderos exitosos acaban independizándose de ella ya que el movimiento exige a sus miembros ofrecer el servicio de manera gratuita. Y esta es una medida que no todos, entre ellos el reverendo Alex Orbito, están dispuestos a aceptar.

ORBIT TOURS TRAVEL, UNA EMPRESA PUJANTE
A mediados de los '70, la popularidad de Orbito comenzó a propagarse y, tras romper con la UECF, comenzó a organizar seminarios en más de 30 países donde cobra entre 200 y 300 dólares por consultante. Actualmente, Orbito también es presidente fundador del Philippine Healer’s Circle. Desde 1979, preside la Philippine Spiritual Help Foundation para “ayudar a los programas oficiales de crecimiento social; una organización sin fines de lucro (sic) dedicada a satisfacer las necesidades psíquicas, materiales, sociales, educativas, morales y, sobre todo, espirituales de los individuos que se lo merezcan”. También, en la misma línea de la agencia turística, el “reverendo” había fundado la Orbit Photography Services, la agencia de fotografías y videos encargada de inmortalizar las fases de sus "intervenciones" a modo de souvenir, y administra la Orbit Tours & Travel, una agencia de viajes construida para asociar curanderos a excursiones a través del país. Hace poco, Orbito publicó el libro “Nacido Para Curar”, primera obra del “cirujano psíquico” que encontró su forma gracias a las buenas artes del periodista Jaime Licauco.
El periodista Pietro Scozzari, corresponsal en Manila del italiano Diario della Settimana, participó del Festival y seminario Internacional de la Curación en una localidad cercana a Manila, entre el 23 de noviembre y el 4 de diciembre de 2000. No era para cualquiera: el importe para acceder ascendía a 1.750 dólares por interesado (no incluye aéreo), dinero que -aseguran- destinarán a “ampliar el edificio”. La "obra cumbre" de Orbito fue encargar la construcción de la Piramide de Asia, un enorme complejo donde funcionan un hotel y el centro de estudios situado en Manaoag, en la provincia rural de Pangasinan. Esa gigantesca estructura piramidal, acompañada por una fuente de agua “energizada”, fue construida por un arquitecto alemán, un ex paciente agradecido. La idea se le ocurrió a partir de una inspiración del médium cuando visitó a la pirámide egipcia de Giza. Se inauguró a fines de 1999 durante el cumpleaños de Orbito y con la presencia del ex presidente Ramos. Organizado por la Orbit Tours y sus delegaciones en Los Angeles y Barcelona, este Festival anual ofrece un calendario que incluye conferencias, sesiones de “sanación” a cargo de los cirujanos psíquicos más famosos y una cena y una fiesta cuya fecha... coincide con el cumpleaños de Orbito.
En aquella ocasión, Scozzari habló con el “reverendo” de sus inicios: “Yo no quería ser un curandero. No sólo porque aquel era un trabajo difícil e ingrato, sino porque no aportaba ninguna ganancia. Sólo un tiempo después comencé a curar”. Por eso, durante muchos años, trabajó como fotógrafo profesional. Pero sus “poderes” conspiraron contra su oficio. “Mientras me dedicaba a eso descubrí que algo inusual sucedía sobre las fotografías. Noté que cuando me concentraba profundamente, una vez revelado el rollo, aparecía una mancha etérea.” Curiosamente, cuando el periodista le pidió ver las fotos, Orbito admitió que no conservaba ninguna de ellas.
Mientras trabajaba como fotógrafo en un estudio de Cagayan, Orbito fue acusado por el dueño de haber robado equipos fotográficos. “Estuve preso por una semana sin saber qué hacer, sin un amigo o un pariente que viniera a ayudarme. Entonces, una noche, sentí voces que me hablaban. En un primer momento, eran irreconocibles. Pero después se volvieron más claras. Me decían: ‘No te preocupes, hijo mío. Te ayudaré. Pero prométeme que regresaras a casa y usarás tus poderes. ¡Prométemelo, prométemelo!’ Yo no le podía creer a mis oíos y no sabía cómo interpretar aquellas voces. Dos noches después recibí el mismo mensaje; después otra vez. Finalmente me juré a mi mismo que debía comenzar a curar a los enfermos. Sólo así pude tener una noche tranquila”.
¿En qué consiste su “ritual de sanación”? Orbito se concentra y le reza a Dios. Luego “me transformo en un instrumento de Su poder taumatúrgico. Pronuncio una potente palabra secreta que me fue transmitida por mi maestro y espíritu guía y, de pronto, soy transformado en otro ser, en un hombre santo cuyo único pensamiento es el amor, la piedad y la compasión ante el enfermo. Desde ese momento no me veo más como Alex Orbito sino como un simple canal de energía restauradora de Dios. Mientras el espíritu desciende sobre mí, me invade una insólita sensación de frío, después de calor. En este punto, soy completamente dominado por el Espíritu Santo, que me da la confianza y las garantías de que cada movimiento mío viene de él”. Alex Orbito habla de amor, piedad y compasión que siente hacia los enfermos que a menudo asisten como última chance a consultarlo. Sin embargo, las técnicas fraudulentas que utiliza para realizar sus “operaciones psíquicas” han sido ampliamente documentadas.
En el norte de Filipinas, sobre todo en la zona de Baguio -en la isla de Luzon, la misma de Manila- viven centenares de personajes como Orbito. Según la UECF, sólo una veintena de pretendidos sanadores practica la cirujía psíquica, es decir, que aseguran extraer rumores o tejidos humanos con el sólo poder de sus manos. Y del total, solo cinco del centenar pertenece a la asociación. Es decir: se trata de una práctica que no compromete a todo el Espiritismo filipino. Por cierto, se podría afirmar que una ruidosa minoría ha desviado un servicio espiritual en la dirección de un negocio muy lucrativo que -desgraciadamente- conduce a muchos enfermos a abandonar tratamientos efectivos. Naturalmente, los lucrativos peregrinajes que Orbito realiza por el mundo no siempre le salen redondos. El 10 de octubre de 2002, durante una visita a Italia, él y su comité de recepción acabaron en la cárcel. Orbito y otros ocho miembros de la asociación Pirámide de Asia fueron acusados de "asociarse para delinquir con propósitos de fraude por prometer falsas curaciones" y "abuso de la profesión médica". Durante un encuentro de tres días en un hotel de Padova, el "maestro" y sus amigos habían reunido la bonita suma de 50 mil euros tras "intervenir" a 170 pacientes. En la prevención de las actividades de Orbito habían trabajado intensamente miembros del CICAP (Comitato Italiano per il Controllo delle Afirmazioni sul Paranormale) y la producción del programa Striscia la notizia.

[Por Alejandro Agostinelli. Este texto es parte del Proyecto Enciclopedia Multimedia de Cultos, Mitos y Misterios. Exclusivo para Dios! © 2002 Todos los derechos reservados.]

BIBLIOGRAFÍA

Scozzari, Pietro, “Come ti guarisco gli allocchi”, en Diario della Settimana, del 17 al 23 de noviembre de 2000. http://www.diario.it/cnt/articoli/INVIATI/articolo201.htm
Agostinelli, Alejandro; “Bienvenido el fraude”. La Prensa, Buenos Aires, 8-5-95.
Agostinelli, Alejandro; “Juegos de manos”. La Prensa, Buenos Aires, 13-3-95.
De Corgnol, Christian: “Los sanadores filipinos”, CS Ediciones, Buenos Aires, 1992.
Sin autor; “Guaritore in carcere per truffa", en Scienza & Paranormale N° 45, septiembre-octubre de 2002, pp. 8-9.

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