[ENTREVISTA]
RAYMOND MOODY: JUEGO DE ESPEJOS

En esta entrevista realizada en 1995, Raymond Moody, autor de “Vida después de la vida” (1975), relativiza las afirmaciones del best seller que escribió 20 años atrás. Pero, a la vez, asegura que a través de los espejos podemos visualizar a nuestros difuntos.

Moody vendió millones de ejemplares afirmando que hay vida después de la muerte. Hoy se pregunta: “¿Quién sabe si es cierto?”.
Moody, como dicen los españoles, no es un fantasmón. Tiene un doctorado en Filosofía por la Universidad de Virginia y cursó medicina en el Medical College de Georgia. La primera edición de su libro, “Vida después de la vida” (1975), vendió decenas de miles de ejemplares. También le cabe el mérito de haber puesto
sobre el tapete la importancia de las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM).
Además, es autor de “Más allá de la luz” y “Regresiones”, donde cuenta que tuvo ocasión de visualizar nueve encarnaciones anteriores. En sucesivas regresiones hipnóticas descubrió haber sido cavernícola, aldeano en una selva africana, cazador de mamuts, obrero y mujer artísta en China. También recordó haber sido arrojado a la fosa de los leones en el Coliseo romano y mercader en Oriente Medio. Todo un alarde de modestia: en general, los regresados a vidas pasadas nunca son menos que faraones, princesas o emperadores.

MÁS CERCA DEL ESPIRITISMO
La segunda semana de abril de 1995, Moody presentó en la Feria del Libro de Buenos Aires “Reencuentros: contactos con los seres queridos tras su muerte”. Allí sugiere que es posible hablar con los difuntos concentrándose frente a un espejo.

-¿Es que con el tiempo se achican las diferencias con el espiritismo?

Moody: Hasta cierto punto, sí. Simplemente me estoy poniendo más viejo y creo que, a mi edad, ya hay una apertura a la espiritualidad que quizá antes no me permitía. Pero mi trabajo sobre las apariciones de muertos en el espejo tiene mucho que ver con las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM). Una dificultad de las ECM es que no pueden ser reproducidas de una manera confiable. No podemos observar el fenómeno en condiciones preestablecida ni estar presentes cuando sucede. Y ahora encontré esta manera de experimentar.

-La doctora Susan Blackmore simuló un cerebro moribundo, ella misma creó un túnel neuronal mediante una computadora. ¿Esta vía no le parece más útil?

Moody: Todos los enfoques chocan con una dificultad. ¿Qué relación hay entre las ECM y la vida después de la muerte? Este es un problema filosófico insoluble. Aún no sabemos cuál es la relación entre la materia y la conciencia. ¿Quién sabe si hay vida después de la muerte? Yo creo que debemos estudiar las ECM de manera que no nos lleven a un callejón sin salida. Yo estoy abierto a todas las ideas.

- ¿Por qué no profundizó en la dirección propuesta por Blackmore?

Mi línea está basada en mis antecedentes filosóficos. Pese a que me enseñaron la filosofía del lenguaje común y corriente, el favorito de mi corazón siempre fue Platón. Por eso elegí este sendero.

[Si quiere profundizar sobre quiénes fueron los “expertos” argentinos que intentaron impedir que esta entrevista fuera realizada, lea Moody sólo para complacientes.]

 

Primera publicación: Sección “En Trance”, diario La Prensa, Buenos Aires, 17 de abril de 1995. © Alejandro Agostinelli. Todos los derechos reservados.

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