Borraz Aymerich, Manuel
Ingeniero Superior de Telecomunicación. España

Manuel Borraz Aymerich nació en Barcelona en 1961. Si bien -al menos de momento-, no recuerda haber sido abducido de pequeño, reconoce un temprano interés por los OVNIs. No se jacta de haber recorrido muchos kilómetros tras ellos, pero sí muchas páginas de literatura especializada. "Quizá más de las debidas", concede él mismo. A principios de los años ochenta, comenzó a colaborar en la revista Cuadernos de Ufología, donde viene publicando interesantísimos artículos sobre el tema con el auspicio de la prestigiosa Fundación Anomalía.

Entre otros asuntos se destacan los casos con explicaciones astronómicas (ver, por ejemplo, la recopilación "OVNIs: historias increíbles con explicaciones creíbles", Centro de Estudios Interplanetarios, Barcelona, 1997) y los avistamientos multitudinarios de los años setenta en las islas Canarias ("Los gigantes de Gáldar", en monografía nº 1 de Cuadernos de Ufología, Santander, 1992).

Borraz obtuvo su título universitario con especialidad en Electrónica en Barcelona (1987). Comenzó desempeñándose como ingeniero de I+D e ingeniero de mantenimiento en varias empresas nacionales. “No obstante -cuenta, entrando en intimidades profesionales que no suele revelar-, con el tiempo he conseguido ocupar quizás uno de los puestos para el que puedo llegar a ser más incompetente, a saber, co-gerente de una microempresa dedicada a la fabricación de maquinaria alimentaria, que anteriormente habían llevado mi abuelo y mi padre.”

UN ESCÉPTICO... PRAGMÁTICO
Tachado como ‘pseudoescéptico’ por ciertos personajes del mundillo ufológico e incluso otros calificativos más imaginativos, Manuel define discretamente a su posición frente a estas cuestiones como “pragmática”. Lo que sucede es que -con los años- se ha ido convenciendo de que, pese a que siempre habrá algún que otro caso enigmático, lo que la gente tiene en mente al pensar en ‘el fenómeno OVNI’, “no constituye -para él, claro-ningún desafío científico”.

“En líneas generales -escribe-, se ‘ven’ OVNIs porque se habla de los OVNIs, y se habla de los OVNIs porque se ‘ven’ OVNIs. El único punto de contacto entre el conductor que viaja al anochecer y se siente ‘perseguido’ por Venus y el bromista que truca una foto de un disco volador es el hecho de que se ‘inspiran’ en los mismos lugares comunes. Esas referencias compartidas tienen auténtica categoría de mito moderno y ellos, a su vez, están contribuyendo a alimentarla.”

Siempre desde una perspectiva crítica, Manuel no sólo se ha interesado por la ufología sino por otras temáticas paranormales y en las medicinas alternativas, las anomalías científicas, la ciencia patológica, las leyendas urbanas y historia de las religiones (en particular, los orígenes del cristianismo, también desde una perspectiva crítica).

Las revistas comerciales sobre las “paraciencias” no le tienen gran aprecio a Borraz, aunque sus razones son más comerciales que afectivas: su endiablada capacidad para desmontar presuntos avistamientos de OVNIs que acaban siendo confusiones con planetas, estrellas o reentradas atmosféricas lo ha convertido en uno de los máximos expertos en identificación de "OVNIs" en España. “El hecho de que recurriendo a efemérides astronómicas puedas descifrar la experiencia de unas personas que ni siquiera conoces, que tuvieron algún ‘encuentro’ con un OVNI hace años o incluso décadas -dice Manuel-, nunca ha dejado de sorprenderme. Es emocionante llegar a resolver así lo que a priori parecen enigmas indescifrables, al tiempo que uno tiene prácticamente la certeza de que los testigos no mintieron.”

¿PUEDE SER ÚTIL UNA CREENCIA ESTÚPIDA?
Apasionado por el conocimiento científico, Borraz se interesó en los OVNIs mientras representaron para él un desafío a sus creencias. “A mí, personalmente, me atrae saber, me motiva conocer las cosas de manera fiable. Una de las cosas que se aprenden en esta vida es que el pensamiento crítico es la única garantía de, si no de llegar a saberlo todo, al menos de que lo que se llega a saber tenga muchas probabilidades de ser verídico.", explica. "Pero reconozco que el saber, el saber ‘de calidad’, no es algo que incentive a todo el mundo. Con el tiempo he llegado a convencerme de que -si bien el pensamiento crítico no soluciona todos los problemas- sin pensamiento crítico la gente se complica innecesariamente la vida. Y, dado que la vida ya suele ser suficientemente complicada por sí misma, eso me parece algo imperdonable...”

Borraz tiende a considerar que -si las creencias religiosas suelen ejercer una influencia más profunda en las personas- no caben dudas de que no aconsejaría adherir a tales creencias. Aunque, sobre esta cuestión, mantiene algunas dudas. No son menores: “La influencia que ejerce la creencia religiosa a veces parece muy positiva al dotar de una envidiable estabilidad emocional a determinadas personas, aunque sea a costa de inmolar la verdad. ¿Estúpidas creencias útiles? Entonces, ¿es que no son tan estúpidas después de todo? ¿O es que en realidad no son tan útiles?”, se interroga.

En cualquier caso, Borraz admite que es un tema con muchos claroscuros. “Que justifican -dice, para terminar- la existencia de Dios!” (del sitio web, claro).

Manuel Borraz reside en L'Hospitalet, una población adyacente a la ciudad de Barcelona. Es además, y esto es todo lo que faltaba decir, uno de los más encumbrados investigadores de la Fundación Anomalía.

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Fundación Anomalía

 

 

[Por Alejandro Agostinelli. Este texto es parte del Proyecto Enciclopedia Multimedia de Cultos, Mitos y Misterios. Exclusivo para Dios! © 2002 -2003 Todos los derechos reservados.]
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