Bunge,Mario
Epistemólogo. Argentina / Canadá

Profesor en la Universidad McGill de Montreal (Canadá) desde 1966, se especializó en filosofía de la ciencia. En su revisión del concepto tradicional del método científico, utilizó las herramientas de la lógica formal, destacando el valor de la relación entre teoría y experiencia. Tras realizar estudios de fundamentación de la física y de la semántica, propuso una llamada “metafísica exacta”, que es una forma sistemática de análisis de la física, la biología, la ética y la sociedad (“Tratado de filosofía básica”, siete volúmenes, 1974-1989). Su perspectiva general se adscribe al realismo epistemológico no ingenuo y al materialismo ontológico de tipo metodológico. En 1982, fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Humanidades. Nació en la ciudad de Florida, Buenos Aires, el 21 de setiembre de 1919, hijo del médico y diputado socialista Augusto Bunge y la enfermera alemana María Schreiber.

Aunque emparentado por vía paterna a una familia muy influyente (creadores del grupo Bunge y Born, que luego se convertirá en un holding multinacional), él pertenece a una rama modesta, y pasa gran parte de su infancia en un ambiente semirrural, dedicándose incluso a tareas agrícolas. Cursa la primaria en “El Niño Argentino Modelo”.
Comenzó el ciclo secundario en el Colegio Nacional de Buenos Aires, estudios que abandonó decidiendo rendir el resto de los exámenes libres. Cursó el primer año de la Licenciatura en Ciencias Químicas en la Universidad de Buenos Aires. Sin embargo, pronto descubrió que su vocación estaba en la física, dejando esta carrera y matriculándose en la Licenciatura en Ciencias Fisicomatemáticas en la Universidad de La Plata, donde se graduó en 1943. Paralelamente estudió Filosofía por su cuenta y a través de cursos en la facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
En 1938 fundó la Universidad Obrera Argentina, institución donde por tarifas apenas suficientes para el mantenimiento los trabajadores de distintas actividades recibían capacitación técnica y sindical (Arturo Frondizi, abogado del diputado Bunge, dictó la materia “Derecho Gremial”.) Sugestivamente, la UOA fue cerrada en 1943 por el secretario de Trabajo y Previsión, coronel Juan Domingo Perón.

UN ANTIPERONISTA MILITANTE. En 1940 contrajo matrimonio con la arquitecta Julia Molina y Vedia, bastante mayor que él, madre de sus dos hijos mayores Mario (matemático) y Carlos (físico.) La vocación de Mario por la técnica se frustró durante el gobierno peronista cuando un clérigo le impidió ingresar en el industrial Otto Krause por considerar a ese destino inaceptable "para el hijo de una familia aristocrática". [Carlos inventaría un láser de rayos X luego pirateado por el Pentágono en el marco del proyecto “Guerra de las Galaxias”.]
El año en que se cerró la Universidad Obrera, Bunge fundó la revista filosófica Minerva, de corta vida, en cuyo primer número colaboran entre otros el prestigioso filósofo marxista italiano Rodolfo Mondolfo. En las elecciones de 1946, Bunge integró listas de la coalición “Unión Democrática” y -mientras duró el régimen peronista- se convirtió en un férreo opositor, hasta que acabó encarcelado durante semanas acusado de incitar a una huelga ferroviaria. En el presidio organizó seminarios de discusión políticas entre los delincuentes comunes.
En esta década intentó sin suerte toda clase de negocios para poder sobrevivir. El gobierno peronista le negó el pasaporte, motivo por el cual no pudo viajar al exterior, obstaculizando sus posibilidades de progreso académico. Sin embargo, uno de sus docentes -el doctor Ernesto Sábato- lo puso en contacto con un científico emigrado de la Europa de posguerra, el físico austroitaliano Guido Beck. Bajo su dirección completará en 1952 la tesis que le vale el doctorado, sobre “Cinemática del Electrón Relativista”. Durante su ciclo de posgrado, recibió la beca “Ernesto Santamarina”, administrada por el doctor Bernardo Houssay, con quien debía entrevistarse regularmente.
Para entonces, las zozobras de la militancia y la persecución peronista habían hecho naufragar su primer matrimonio. Así, Bunge conoció a quien será su segunda esposa, la estudiante Marta Cavallo. Pese a la tenaz oposición de su suegro (y gracias a la complicidad de su amigo, el ingeniero Virgilio Di Pelino), logró llevar adelante la relación, que resultará en su segundo matrimonio y en un estímulo a la carrera universitaria de Marta, para quien su padre planeaba una vida de ama de casa. Más tarde, Marta se doctoró en matemática, especializándose en topología.
Tras el derrocamiento de Perón, Bunge ocupó un papel protagónico en la reestructuración de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, que -entre 1957 y 1966- viviría su llamada “Edad de Oro”. Junto con Manuel Sadosky y Rolando García constituyó un equipo con gran habilidad para concebir y hacer avanzar proyectos progresistas. Años más tarde, reprocharía a García su vuelco hacia un peronismo obsecuente de la línea de los Montoneros, que lo llevó a impulsar la disolución de la Asociación Física Argentina y condenar la ciencia básica. En esta época impulsó la carrera del bachiller agrimensor Gregorio Klimovsky, quien demuestra más aptitudes para la enseñanza de la lógica que el célebre profesor Eugenio Pucciarelli, a quien acaba por desplazar.

DE CIENCIA Y FILOSOFÍA
En 1959 Bunge publicó “Causalidad”, un estudio sobre el determinismo en la ciencia con especial énfasis en el determinismo causal, del que da una definición muy precisa, diferenciándolo de otras categorías de determinación que en análisis previos eran confundidas con él, llevando a falsos debates.
Durante este período, Bunge enseñó filosofía de la ciencia en Argentina y Uruguay. Sin embargo, al producirse en 1963 el conato de guerra civil entre las facciones del ejército denominadas “Azules” y “Colorados”, decidió emigrar. Primero se dirigió a la universidad de Delaware, en los Estados Unidos, pero allí se encuentra con un ambiente intolerante: los universitarios están virulentamente a favor de la intervención en Vietnam, descubriendo con perplejidad que sólo comienzan a oponerse cuando -años más tarde- el gobierno recluta estudiantes. Otras consideraciones también lo impulsan: sabe que los hijos de su segundo matrimonio, de nacer en el Norte, pueden llegar a ser reclutados. Entonces, acepta una invitación de una universidad alemana. Allí permaneció más de un año hasta que recibió una invitacion de la Universidad McGill, el centro académico anglófono más importante del Québec, Canadá.
Bunge se instaló en Montréal en 1966, y allí nacen sus dos hijos de su segundo matrimonio: en 1966 Eric (actualmente arquitecto) y en 1974 Silvia (neurofisióloga.) Desde entonces ocupa la cátedra Frothingham de Fundamentos y Filosofía de la Ciencia, donde convergen estudiantes de diversas disciplinas. Enemigo declarado de los exámenes, promueve la formación de equipos y la realización de trabajos de
investigación.
Allí publica a un ritmo febril (su obra suma centenares de volúmenes), que incluye la elaboración de su monumental “Tratado de Filosofía Básica”, compuesto por ocho libros repartidos en nueve tomos que aparecen entre 1974 y 1989, cubriendo desde Ontología hasta Ética. Durante este tiempo interviene en importantes debates científicos, como el del mecanismo de aprendizaje, donde con Hebb y Bindra adhiere a la hipótesis de la plasticidad sináptica. Como lo hacía desde los 18 años, ataca al psicoanálisis. Escribe “Filosofía de la Economía”, donde intenta axiomatizar la economía e identificar sus principales problemas. Aunque es atacado por algunos economistas, entre ellos también se gana partidarios. Un gran publicista de esta obra es su amigo, el fallecido economista Raúl Prebisch, cofundador de la CEPAL.

FILÓSOFO DE CABECERA
En 1982 recibió el premio “Príncipe de Asturias” a la comunicación social. Ocupó incontables cátedras como profesor visitante en Europa y Norteamérica. Diversas universidades en todo el mundo le confirieron unos veinte doctorados honoris causa. A instancias del filósofo humanista Paul Kurtz, comenzó a participar en los debates propuestos por organizaciones racionalistas para desmitificar las falsas ciencias, integrando desde fines de los ’70 el CSICOP (Commitee of the Scientific Investigation for Claims of the Paranormal) [Comité para la Investigación Científica de las Afirmaciones Paranormales], devenida en la organización escéptica más influyente del mundo. En 1991, a instancias de Alejandro J. Borgo, se unió con entusiasmo a la Fundación CAIRP (Centro Argentino para la Investigación y Refutación de la Pseudociencia), disuelta por sus fundadores en 2001. También comenzó a abordar otras disciplinas científicas, publicando en 1987 “Filosofía de la Psicología”, con el psicólogo colombiano Rubén Ardila y, en 1997 “Fundamentos de Biofilosofía”, con el zoólogo y escéptico alemán Martin Mahner. A fines de los ’90 su interés se centró en las ciencias sociales, publicando “Ciencias Sociales en Discusión” y “Buscando la Filosofía en las Ciencias Sociales”.
Su reciente “Diccionario de Filosofía” (Ed. Siglo XXI, México, 2001) horrorizó a los filósofos serios porque no sólo pontifica sin atenuantes desde su personal punto de vista sobre las más diversas cuestiones, sino que se toma en solfa temas a menudos tratados con aridez. Entre las primeras entradas, por ejemplo, leemos “Académico [trabajo]: Una obra intelectual de interés muy limitado, que probablemente sirve más para el progreso en la carrera de su autor que para el conocimiento humano. Cuando un número significativo de eruditos se dedica a un trabajo de este tipo, se tiene una industria académica”. En el diario Página/12, el crítico cultural Daniel Link destacó, con el mismo sarcasmo que le cuestiona -o no...-, que esta obra es un "compendio de caprichos”, desvalorizando su utilidad en relación con el diccionario del mismo título de José Ferrater Mora. “Pero el Diccionario racioempirista de Bunge -agrega- es infinitamente más inteligente y, sobre todo, mucho más estimulante.”
Psicoanalistas, astrólogos y promotores de pseudociencias no quieren a Bunge. Tendrán sus motivos para no simpatizar con él, que no serán analizados aquí. Lo cierto es que su obra intelectual fue elogiada por quienes sí lo leyeron. Por ejemplo, científicos destacados como el neurofisiólogo Vernon Mountcastle, quien lo llamó “el filósofo de cabecera del científico activo”. Desarrollada por sus discípulos filosóficos Cohen, Agassi y Mahner, e incluso plagiada por el filósofo y matemático Imre Lakatos, Mario Bunge es un espíritu inquieto que -más por la vehemencia con que expone sus convicciones que por el peso de sus argumentos- se ganó a pulso legiones de enemigos, un minúsculo grupo de seguidores y la admiración silenciosa de algunos críticos que -incluso desde el disenso- celebran su brillante inteligencia y su fecunda perseverancia intelectual.

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ENLACES RELACIONADOS
CSICOP (Commitee of the Scientific Investigation for Claims of the Paranormal)

 

 

[Por Alejandro Agostinelli. Más información próximamente en Enciclopedia Multimedia de Cultos, Mitos y Misterios. Exclusivo para Dios! © 2002 Todos los derechos reservados.]