varie

 

[PARANORMAL]

VARIEDADES DE LA EXPERIENCIA ANÓMALA
Por Alejandro Parra
En los Estados Unidos se publicó una obra colectiva que propone un enfoque multidisciplinario de los estados inusuales de la conciencia. Se analizan desde las curaciones psíquicas a las experiencias fuera del cuerpo; desde la percepción extrasensorial hasta las experiencias de abducción con alienígenas.

CARDEÑA, E.; JAY LYNN, S.; & KRIPPNER, S. (Eds.) (2000). Varieties of Anomalous Experiences: Examining the Scientific Evidence. Washington, DC.: American Psychological Association.

El estudio de las experiencias anómalas es en la actualidad un área de preocupación marginal para la psicología. Aún así, algunos de los temas tratados en “Varieties of Anomalous Experiences”, como las experiencias místicas y las experiencias relacionadas con psi, han aparecido a lo largo de la historia de la psiquiatría psicodinámica. Etzel Cardeña, Jay Lynn y Stanley Krippner decidieron compilar este volumen porque comparten la fascinación por estos fenómenos. Y ellos creen que los actuales desarrollos empíricos y conceptuales de la psicología pueden prevenirla de caer presa de un análisis ingenuo o un rechazo automático. También, confiesan su interés por el estudio de la psicología por las “grandes” preguntas que algunas experiencias anómalas presentan acerca de la naturaleza de la realidad y de la conciencia humana.
¿Cuál es la relación entre nuestra experiencia conciente y lo que llamamos el mundo físico? ¿Cómo ocurre la curación? ¿Cuáles son los límites entre el soñar y la vida de vigilia? ¿Hay evidencia confiable de que los pensamientos afectan la materia o puede ser transferida por medios extrasensoriales? ¿La conciencia sobrevive a la muerte del cuerpo fisico? ¿Qué nos dicen las experiencias místicas acerca de la naturaleza de la realidad?

Puede que la ciencia no haya llegado muy lejos para determinar el estatus ontológico de estas preguntas, pero los lectores del libro descubrirán que la psicología tiene mucho para proponer sobre las formas apropiadas de obtener y evaluar la evidencia, caracterizar variables asociadas con estos fenómenos y describir e investigar las experiencias anómalas. A su vez, algunas experiencias anómalas podrían tener mucho que ofrecer a la ciencia para clarificar sus límites e identificar como la psicología, las neurociencias, y las ciencias sociales pueden estrechar sus manos para explicar estas anomalías.

PSICOPATOLOGÍAS Y ESTADOS ALTERADOS DE CONCIENCIA. La obra se divide en dos partes: 1) Consideraciones conceptuales y metodológicas y 2) Experiencias anómalas. La primera parte incluye un capítulo sobre la relación entre características de personalidad, experiencias anómalas y psicopatología. También aborda las posibilidades metodológicas y las trampillas que puede encontrar el investigador de las experiencias anómalas.
En el capítulo 1, Howard Berenbaum, John Kerns, y Chitra Raghavan ofrecen un modelo para comprender las sensaciones peculiares, las experiencias y las creencias y su relación con experiencias anómalas y psicopatología. Específicamente, Berenbaum y sus colegas proponen que las experiencias anómalas pueden ser descritas en términos de los niveles de conciencia del individuo en el momento de la experiencia (p. ej. ¿estaba la persona totalmente conciente?) y de la habilidad de ejercer control voluntario del inicio y el curso de la experiencia. Estas experiencias se pueden clasificar de acuerdo a las dimensiones fenomenológicas de la bivalencia hedonista (p.ej. placer vs. displacer), cualidades fisicas y metafísicas (p.ej. sensorialmente enfocado o cruzando aparentemente “las barreras de la mente, el cuerpo, y el espacio”), y cualquier relación involucrada con un individuo o una entidad como un aspecto significante de la experiencia. Los autores concluyen su capítulo citando diez recomendaciones para los investigadores que deseen avanzar en el conocimiento de la relación entre experiencias anómalas, la singularidad y la psicopatología.
En el capítulo 2, Ron Pekala y Etzel Cardeña examinan las cuestiones metodológicas en el estudio de los estados alterados de conciencia y las experiencias anómalas. También definen y discuten los peligros y debilidades de varios métodos usados para estudiar las experiencia interna. Después de revisar las variables que pueden distorsionar o incluso invalidar los reportes introspectivos (p.ej. el olvido y las características de la demanda), los autores describen y dan ejemplos de métodos introspectivos que han sido provechosos en el estudio de las experiencias normales y anómalas. A causa de que los reportes de experiencias anómalas a menudo están acompañados de pocos datos fisiológicos o evidencia física no corroborable, es importante tener una evaluación equilibrada de las limitaciones, legitimidad y validez de los métodos psicológicos que permiten estudiar la experiencia.
Aunque el capítulo 2 enfatiza la investigación fenomenológica, Pekala y Cardeña mencionan también la importancia de las diferencias individuales de quien tiende a reportar fenómenos anómalos, y proponen pasos específicos para avanzar en el estudio de las experiencias anómalas y los estados alterados.
La segunda parte del libro, dedicado a revisar varias experiencias anómalas, se agrupa de acuerdo a las categorías descritas por Berenbaum en el primer capítulo. La primera sección de la Parte II incluye tres experiencias desde el enfoque sensorial: alucinaciones, sinestesia y sueños lúcidos.

VISIONES PSICODÉLICAS, PERCEPCIONES ANÓMALAS Y SUEÑOS LÚCIDOS. El capítulo sobre alucinaciones de Richard Bentall ofrece una revisión de las experiencias perceptuales que ocurren en ausencia de una apropiado estímulo. Aunque las alucinaciones auditivas y motoras son las más reportadas, cualquier sentido de modalidad pueden tener su correspondiente equivalente alucinatorio. Algunas personas se adaptan recurriendo a alucinaciones, considerando que otros (especialmente individuos diagnosticados como esquizofrénicos) tienen dificultad de enfrentarse a éstas, a menudo llegando a deprimirse.
De particular interés para los clínicos es el hecho de que las encuestas a gran escala han identificado grandes porcentajes de poblaciones no-clínicas que reportan ocasionales alucinaciones que no son perjudiciales, siendo a veces, incluso, aparentemente beneficiosas. Contrariamente a la creencia común, las alucinaciones no son el terreno exclusivo de la psicopatología.
En el capítulo 4, Lawrence Marks llama sinestesia al fenómeno por el cual las percepciones sensoriales, por ejemplo, la visión, se experimentan en otra modalidad, como el tacto o la audición. En la sinestesia débil, una persona puede describir las claves principales y las menores de una pieza musical como el brillo y la oscuridad, respectivamente. En el caso de una sinestesia considerablemente más dramática, fenomenológicamente distinta, y mucho más rara (poco más de 3 personas por millón), una nota musical puede estimular un color amarillo después que se toca una nota y desaparecer lentamente cuando el sonido se atenua gradualmente. La sinestesia intensa es vívida, evocada verídicamente, y ocurre automática e involuntariamente. Marks describe como estos diferentes tipos de sinestesia son experimentadas subjetivamente y expresadas conductual y neurofisiológicamente. También examina un número de explicaciones por sinestesia, incluyendo la teoría de que sensaciones sinestésicamente relacionadas representan el resultado de similaridades en los mecanismos de código neural de los diferentes sistemas sensoriales.
En el capítulo 5, Stephen LaBerge y Jane Gackenbach definen al sueño lúcido, soñar mientras se sabe que se está soñando. Los autores dicen que esta experiencia es claramente anómala en comparación con las experiencias alucinatorias usuales de sueños no-lúcidos que caracterizan la mayor parte de nuestra vida onírica. Se revisa la investigación de este campo y se analizan diferentes explicaciones para la génesis del sueño lúcido, incluyendo los modelos de procesamiento de información y las perspectivas psicopatológicas.

VIAJES IMPOSIBLES AL INTERIOR DE LA MENTE. La próxima sección de la Parte II incluye dos tipos de experiencias de “desprendimiento”: las experiencias fuera del cuerpo y las experiencias relacionadas con psi. En las experiencias fuera del cuerpo (OBE), las personas experimentan que su “ser” o centro de conciencia está localizado fuera de su cuerpo fisico. Para Carlos Alvarado, autor del capítulo, esta experiencia incluye características tales como sensaciones de flotar, viajar a lugares distantes, y observar el cuerpo físico estando fuera del cuerpo. Las experiencias fuera del cuerpo han estado asociadas con la tendencia a la fantasía, hipnotizabilidad, absorción, la habilidad de cambiar la perspectiva de imaginería y la disociación. Es interesante que la habilidad para tener una EFC está correlacionada con la habilidad para controlar el contenido del sueño. Estos hallazgos son consistentes con lo que Alvarado llama un modelo psicológico de las EFCs, según el cual este fenómeno es como una experiencia alucinatoria o imaginaria. Alvarado propone varios modelos de investigación y metodologías creativas para inducir EFCs en el laboratorio. Alvarado espera que -en la investigación futura- el discurso no sea “conducido solamente en el contexto de una psicología de lo exótico o lo inusual, sino más bien en el amplio contexto del estudio de la experiencia humana en su totalidad”.
En el capítulo 7, “Experiencias Relacionadas con Psi”, Elisabeth Targ, Marilyn Schlitz, y Harvey Irwin examinan las experiencias de la comunicación directa mente a mente, conocimiento de eventos a distancia, información acerca del futuro, y la influencia mental directa sobre el entorno (llamadas psi por los investigadores en parapsicología). Estos informes han sido inusuales, pero su frecuencia ha variado en diferentes tiempos y lugares. Muchas experiencias relacionados con psi tuvieron lugar en sueños y otros estados no ordinarios de conciencia. Las explicaciones teóricas ofrecieron incluir la presencia de déficits cognitivos o errores de atribución, marginalidad social, necesidades psicodinámicas, así como también la posibilidad de que estas personas puedan estar reportando fenómenos verídicos que deben ser tomados seriamente por la comunidad científica. Las experiencias relacionadas con psi son anómalas no porque son inusuales en la población -que no lo son- sino a causa de que dichas interacciones entre organismos y sus medio ambiente parecen contradecir el constructo temporal, espacial y energético que sostiene el paradigma científico moderno.
La experiencia de abducción alienígena (EAA) es una experiencia de tipo “movimiento corpóreo”, y es seguramente uno de los más perturbadores fenómenos descritos en este libro. Como lo define Stuart Appelle, Stuart Jay Lynn, y Leonard Neuman en el capítulo 8, las EAAs están caracterizadas por recuerdos subjetivamente reales de ser tomados secretamente o contra su voluntad por entidades aparentemente no-humanas, normalmente a un lugar interpretado como una nave alienígena (p.ej. un OVNI), y sujeto a procedimientos físicos y psicológicos complejos. En años recientes , muchos informes enfatizaron el intercambio sexual con alienígenas, algunas mujeres dicen haber tenido hijos a quienes se los conserva con los alienígenas.
La EAA es una experiencia dinámica y elaborada, rica en detalles conceptuales, con considerables concomitantes perceptuales, psicológicos, cognitivos y físicos. Miles de americanos han tenido una EAA, y esta experiencia “no-ordinaria,” tal como parece ser, no implica psicopatología. Se han explicado los aspectos de las EAAs en términos de tendencia a la fantasía o experiencias relacionadas con el sueño (p. ej. imaginería vívida y parálisis del sueño); como un intento de escapar de la autoconciencia a través de la fantasía masoquista; y en términos de la influencia de los medios, influencias culturales, y influencias psicoterapéuticas sugestivas que dan forma a los recuerdos y la interpretación de la experiencia.
Como una sub-categoría de las experiencias de “transformación humana”, el capítulo 9 discute los reportes de vidas pasadas. Antonia Mills y Steven Jay Lynn definen las experiencias de vidas pasadas como la impresión distintiva según la cual un individuo dice haber sido una persona diferente en un tiempo anterior. Los autores contrastan casos que parecen emerger espontáneamente con casos experimentados durante hipnosis o siguiendo la intervención de un presunto médium o psíquico.
Mills y Lynn enfatizan los casos espontáneos de experiencias de vidas pasadas y evalúan las explicaciones que incluyen reencarnación, fraude y percepción extrasensorial (p. ej. discernimiento telepático o clarividente de la naturaleza de las personas fallecidas). Otra teoría es que las presiones culturales pueden determinar la genésis de los informes de vidas pasadas y su variabilidad en diferentes culturas. Como en el caso de los reportes de abducción alienígena, el fraude y el engaño puede ser elaborado en muchas, sino en todas, las formas. El capítulo concluye con una crítica de la investigación base de este fenómeno y hace varias sugerencias originales para continuar investigaciones futuras. El libro concluye con tres capítulos sobre “transformaciones trascendentes”: experiencias cercanas a la muerte, sanación anómala y experiencias místicas.


EXPERIENCIAS MÍSTICAS EN LA CULTURA. En el capítulo 10, Bruce Greyson caracteriza las experiencias cercanas a la muerte como “profundos eventos psicológicos con elementos místicos y trascendentales,” que normalmente ocurren en cercanía a la muerte o en situaciones de intenso peligro físico y emocional. Los elementos de las ECMs incluyen: (a) características cognitivas, incluyendo distorción del tiempo, aceleración del pensamiento y revisión de vida; (b) características afectivas de paz, alegría, unidad cósmica, y un encuentro con la luz; (c) aparente percepción extrasensorial y una EFC; y (d) encuentros con seres místicos, espíritus visibles y una frontera o un límite intraspasable. Aunque el contenido de la ECM puede variar de persona a persona, la experiencia a menudo altera permanente y dramáticamente actitudes, creencias y valores en formas beneficiosas, reduciendo el temor a la muerte y enalteciendo el aprecio por la vida del paciente.
Greyson argumenta que la ECM no puede ser explicada como un constructo cultural, expectativa, alucinación; el producto de medicamentos administrados a los pacientes; o disfuciones metabólicas o cerebrales de una persona proxima a morir. Greyson se inclina a un enfoque biosociológico, basado en la información y en la teoría de los sistemas, que enfoca la estructura y el proceso de la ECM más que su contenido. Al mismo tiempo, no desestima la hipótesis “supervivencia de la conciencia más allá de la muerte.”
Sería difícil encontrar alguien que no haya escuchado al menos una supuesta experiencia o evento de sanación inusual. En el capítulo 11, Stanley Krippner y Jeanne Achterberg hacen una importante distinción entre eventos de sanación anómalos, definidos por sus resultados o tratamientos inusuales, las experiencias anómalas de sanación, y las experiencias extraordinarias asociadas con el tratamiento. El capítulo incluye una taxonomía de varios tipos de sanadores y describe sus experiencias anómalas y las de sus pacientes. Los autores advierten los riesgos clínicos potenciales de endosar cualquier práctica terapéutica a causa de un sistema de creencia o una experiencia inusual. Y ofrecen un relato de los principales modelos explicativos para las experiencias y eventos de sanación anómala, así como orientaciones acerca de como mejorar el estudio sistemático de esta área. Concluyen que las varias formas que los individuos han usado para mejorar las experiencias anómalas y restaurar la salud merece nuestra cuidadosa atención.
El libro finaliza con un informe sobre experiencias trascendentales en el misticismo. Siguiendo un camino similar al estudio de William James sobre la experiencia religiosa, en el capítulo 12, David Wulff considera a estos eventos, cambiantes potenciales de la vida. Wulff plantea la dificultad de definir el misticismo y da varios ejemplos y clasificaciones de estas experiencias. También describe los varios métodos, incluyendo la meditación y las drogas psicodélicas, que han estado asociadas con el misticismo. Wulff elucida los efectos secundarios de las experiencias místicas, junto con sus potenciales terapéuticos y riesgos clínicos, y concluye con una revisión de las varias interpretaciones del misticismo, apuntando el doble peligro del falso reduccionismo y la aceptación incondicional.
Ha llegado el momento de que psicólogos y otros científicos sociales consideren seriamente las variedades de la experiencia anómala y las integren en teoría, investigación y práctica clínica. Este libro subraya muchos de los desafíos que encaran los estudiantes de estas experiencias. Estas incluyen la necesidad de: (a) enfocar y estudiar a individuos inusuales y no sólo las muestras de conveniencia usual; (b) desarrollar métodos de investigación apropiados para areas de interés, más que asumir que un determinado “método que se ajuste a todos” funcione; (c) diseñar modelos de análisis y presentación de experiencias que pueden ser extrañas para la audiencia; y (d) buscar integrar descubrimientos en el cuerpo de la psicología.
Cualquier psicología que tome el desafío de William James para construir una legítima y comprensible disciplina tendrá que atravesar cuidadosamente el estrecho camino entre la abismal aceptación incondicional y la absoluta extrañeza de las experiencias anómalas.

Primera publicación: En Revista Argentina de Psicología Paranormal. Vol. 11, N° 3-4 (43-44), Julio-Octubre 2000. Edita: Instituto de Psicología Paranormal: Salta 2015 (C1137ACQ) - Buenos Aires. Argentina

NOTAS RELACIONADAS
Poltergeist
Santas Neuronas


www.dios.com.ar - Todos los derechos reservados. ©2002 - Alejandro Agostinelli

 

 

NOTAS RELACIONADAS