Raël [Vorilhon, Claude]
Líder del Movimiento Raeliano Internacional. Francia/Canadá

Ex periodista deportivo, piloto de carreras y cantante que -en 1973- aseguró haber tenido un encuentro cercano con un extraterrestre, el cual le habría revelado que él, Claude Vorilhon, era "Ultimo de los mensajeros de los Elohim". Dos años después fundó un grupo ‘ateo-religioso’ que se convirtió en un movimiento internacional que actualmente tiene filiales en 84 países. Raël devino en uno de los más exóticos paladines anticlericales del siglo XX y en mentor espiritual de Clonaid, la empresa biotecnológica que el 27 de diciembre de 2002 lanzó el incomprobable anuncio de haber creado el primer clon humano. De Vorilhon -raro privilegio para sus biógrafos- no sólo se dispone de la fecha de su nacimiento -el 30 de septiembre de 1946- sino la de su concepción, la cual, según él mismo, ocurrió el 25 de diciembre de 1945 cuando su madre fue inseminada ... ¡a bordo de una nave espacial!


Claude Vorilhon y Raël son la misma persona. Pero cuando termina la biografía de Vorilhon comienza la de Raël. En todo caso, el cambio que en su vida supuso su presentación pública como "profeta" tiene superposiciones y ambas personalidades, según algunos especialistas, se unen en un punto que acaso podría explicar su historia y los orígenes mismos de su movimiento.

VORILHON, EL TUERCA ‘POP’
En Los extraterrestres me llevaron a su planeta (1976), libro donde se autoproclamó profeta, Claude Vorilhon presenta a su biografía anterior como la de un buscavidas -bohemio, solitario y algo romántico- buscando un lugar en el mundo. Pero los hilos de su vida, dice, estaban siendo cuidadosamente monitoreados ‘desde arriba’. En su libro da a entender que -desde las circunstancias más insignificantes hasta las más adversas de su vida- lo estaban impulsando a desempeñar el papel designado por los Elohím, como él llama a la raza ET que iba a revelarle origen, presente y destino de la Humanidad.

Hijo de un refugiado judío de quien ‘nadie supo nada’ (excepto su madre -a quién según él ‘le borraron la memoria’-), Vorilhon descubrió a los nueve años su fascinación por la velocidad. Y conoció a la vez su pasión por competir cuando comenzó a lanzarse desde una barranca en una bicicleta sin frenos, buscando superar a los camiones que pasaban por la ruta. Decidido a convertirse en piloto de carreras, alimentó su precoz afición leyendo revistas deportivas. Su madre -según Claude, para distraerlo de su amor por los autos- lo internó en un colegio religioso en Notre-Dame-de-France, en Puy-en-Velay. Allí, abandonado por la tristeza, empezó a escribir poesía. Expulsado de ese colegio a los 14 años por un intento de fuga, emigró a otro internado donde un compañero le enseñó a tocar la guitarra eléctrica. Así comenzó a musicalizar sus poemas. Tocó en programas radiales, conoció a su primera novia y, a los 15 años, abandonó los estudios. Decidió viajar a París, donde vivió como un vagabundo por tres años, cobijado de la inclemencia de las noches por diarios y tocando su guitarra a cambio de monedas. Al tiempo llegó con su música a un cabaret. "Ganaba 10 francos por noche -escribió- y tenía que pagar 15 francos de taxi para volver a la colina de Montmartre donde vivía en una pequeña habitación... ¡pero en el cartelón aparecía mi nombre (con letras pequeñas...)!" El comediante Jean-Pierre Darras lo alentó a tomar clases de arte dramático para "mejorar su presencia en escena". Hizo un curso de tres meses. "Pero después lo abandoné -escribe-: el teatro no me atraía en lo más mínimo". Entonces utilizó su primer seudónimo: Claude Celler. Ya había cumplido 18 años, y comenzó a ahorrar para comprar su soñado auto de carreras. Como ya había escrito "más de 150 canciones", se presentó en la discográfica de Luciene Morisse donde firmó un contrato por tres años. El segundo de sus discos, gracias a su hit La miel y la canela, tuvo relativo éxito. El empresario de la compañía un día decidió sacarlo de un concurso, truncando su carrera artística..

Pero le ofreció un empleo como agente comercial, que Vorilhon aceptó porque así podría ahorrar para comprarse un coche. Eventualmente lo consiguió. Pero no llegó a disfrutarlo: un amigo chocó su flamante coche. "Pasé otro año viviendo de mis versos -escribe- y después tuve un accidente automovilístico muy serio. En el curso de una gira demasiado agotadora, me quedé dormido al volante y me estrellé como un látigo contra un muro". Estuvo tres meses internado a causa de las múltiples fracturas y, en otro giro a la aguja de su brújula vocacional, se dio cuenta de que podía unir su gusto por la escritura con su amor por las tuercas, decantándose por el periodismo deportivo. Viajó de Paris a Dijón con su flamante esposa, Marie-Paule, tentado por un empresario que planeaba publicar un periódico que, además, decía buscar jóvenes que desearan convertirse en pilotos. Pero... Claude nunca cobró su salario y descubrió que el empresario se dedicaba a estafar a jovenes promesas deportivas. Viajó a Clemont-Ferrand para contar a su madre que iba a ser abuela. Y allí se estableció, fundando Auto Pop (ver portada, a la derecha), su propia revista de automovilismo deportivo. Vorilhon dice que entonces cumplió su sueño sin necesidad de contar con auto propio, ya que sus clientes comenzaron a prestarle sus autos para pruebas o competencias (1).  

MENSAJERO, EMBAJADOR Y PROFETA
El 13 de diciembre de 1973, paseando en el cráter de Puy-de-Lassolas, cerca de un volcán de Clermont-Ferrand, aseguró haber visto descender de una nave a un pequeño alienígena de piel verdosa y ojos almendrados que le explicó que en las Escrituras estaba cifrada la verdadera narración de la colonización de la Tierra hace 22.000 años. Siguió encontrándose por seis días con el enviado de los Elohím -nombre de esta civilización- acaso no tanto como parte de la religión como de su profesión: "Tomaba nota con gran rapidez mientras mi interlocutor hablaba", dice Raël. En encuentros posteriores ya no anotaría nada: los extraterrestres se lo dictarían "por telepatía".

En ese incomprobable contexto Raël asegura haber comenzado a desarrollar la doctrina central de lo que al cabo de pocos años sería el Movimiento Raëliano Internacional: los Elohim habían creado la vida en la Tierra gracias a la ingeniería genética. Y los relatos de todas las antiguas religiones estaban basados en el encuentro entre estos ET y una tecnología tan avanzada que el hombre primitivo fue incapaz de reconocer. La misión de Raël, entonces, es revelar ‘el verdadero origen de la Humanidad’ y hacer construir una embajada hacia el año 2035 donde dar a ‘nuestros creadores extraterrestres’, los Elohim, la bienvenida que merecen.

Tras revelar a Vorilhon esa versión ‘desmitologizada’ de la Biblia (en realidad, divulgada pocos años antes por sus compatriotas, los escritores franceses Robert Charroux, Michael Carrouges, Louis Pauwels y Jacques Bergier, como así por el suizo Erich von Däniken, todos ellos prolíficos defensores de la teoría de los antiguos astronautas [2]), el visitante lo convenció de que había sido elegido para realizar la misión más difícil después de la de Jesús: pregonar que los humanos somos fruto de un experimento alienígena, que no hay un Dios sino los Elohím de carne y hueso y que la clonación iba a permitir al Hombre alcanzar la vida eterna.

Cuando en 1973 comenzó su carrera carismática, Vorilhon estaba casado y tenía dos hijos. Pero pronto se separó de su familia (aunque hoy, se afirma, es parte del movimiento). Pese a que para publicar sus libros asegura que debió ‘vencer dificultades’ con el editor (en la segunda parte de su autobiografía Raël se pregunta si no estaban presionando ‘fuerzas’ interesadas en que siguieran inéditos) sus dos primeras obras no durmieron mucho en una cajonera: El Libro que dice la verdad se publicó en 1973 y Los extraterrestres me han llevado a su planeta, en 1975. Dos años después, dice, ya habían 700 personas dispuestas a ayudarlo en su misión. Desde entonces, los raëlianos se enfrentan con el desafío de crear las condiciones necesarias para lograr el retorno de los padres de la Humanidad. "Cuanto más personas lo deseen, más pronto regresarán para establecer contacto oficial con todos los gobernantes del planeta, con quienes compartirán sus conocimientos científicos", asegura un folleto del Movimiento Raëliano Internacional (MIR).

La doctrina promocionada por Claude Vorilhon no sólo constituye un explícito enfrentamiento con las creencias de la Iglesia Católica por proclamar que ‘aceptar la verdadera revelación’ implica sustituir a Dios por los extraterrestres: los raëlianos, también, rechazan el matrimonio y desconfían de la vida familiar; predican los beneficios de deshinibir los temores sexuales, enseñando a poner en práctica la máxima libertad sexual posible, para lo cual están de acuerdo con el aborto, promueven la masturbación, el control de la natalidad, las relaciones prematrimoniales y la llamada ‘meditación sensual’, una filosofía mediante la cual creen posible restaurar "la armonía entre el hombre y el cosmos para lograr relaciones amorosas plenas" (3)..

UN GURÚ SEXUAL... SIN PECADO CONCEBIDO
En 7 de octubre de 1975 Raël afirmó haber vuelto a tener una gran experiencia. Pero, esta vez, no sólo se había entrevistado con uno de los Elohím sino que afirmó haber sido llevado a su misterioso planeta. Allí, un alienígena llamado ‘Yahweh’ le respondió todo lo que Raël quiso saber sobre su nacimiento y que nadie le había contado: "Tras la explosión de Hiroshima, decidimos que había llegado el momento de enviar un nuevo mensajero a la Tierra... Entonces, seleccionamos a una mujer y la conducimos a bordo de una de nuestras naves, donde fue inseminada, como ya habíamos hecho con la madre de Jesús, y la pusimos en libertad cuando borramos de su memoria cualquier rastro de lo ocurrido."

Raël cuenta que -cuando Yahweh completó su relato- se volvió hacia él y, visiblemente emocionado, le reveló: "De ahora en adelante puedes llamarme padre, porque tú eres mi hijo". Ese día también conoció a su medio hermano, Jesús de Nazareth. "Entonces besé a mi padre y mi hermano por primera vez", escribe Raël.

La socióloga canadiense Susan Palmer, profesora de religión del Colegio Dawson de Montreal que estudió al culto por más de diez años, escribió: "Raël, que superó un largo y difícil parto en una clínica de Vichy, cuya madre pretendió que no era hijo suyo; Raël, creciendo en un pequeño pueblo francés [N. del Ed. la localidad de Ambert] como hijo ilegítimo y sin padre, criado amorosamente por su tía y su abuela; Raël, al que le llegaron rumores de que su verdadero padre era un refugiado judío; este niño crece y se lanza a crear una original religión basada en el mito central de unos poderosos padres procedentes del espacio exterior que bajan a reclamar a sus hijos justo cuando éstos están atravesando un peligroso ‘rito de pasaje’ [la era atómica]. En este mito las mujeres -como en la propia vida de Raël sobre la Tierra-, aparecen en la sombra e intercambiables, y sus amorosas intenciones se dan por descontadas" (4).

Raël encontró a su padre en las estrellas, y éste era Yahweh (léase Yahavé). Y fue él quien le reveló la verdad sobre el papel que habían cumplido los Elohim en el origen de la Humanidad. Para Palmer, autora de un estudio sobre la mujer en la religión raëliana, Raël prioriza a los hombres sobre la mujer: en su mitología -señala- la figura femenina carece de poder: "La Virgen María no tuvo la posibilidad de ‘elegir’ cuando fue seleccionada por su ‘ADN virginal’ (...) Ella, y la madre de Raël fueron inseminadas tan poco ceremoniosamente como simples animales de laboratorio. No se estableció ninguna ‘relación significativa y profunda’ entre Yahweh y estas mujeres mortales; tampoco fueron incluidas en esa reunión familiar en éxtasis donde Raël ‘besó a su padre y a su hermano por vez primera’."

SEXO RAËLIANO: UNA NOCHE ALOCADA EN EL EDÉN
Si bien las costumbres de Raël parecen ser -siguiendo a Palmer- ‘exclusivamente heterosexuales’, sus fieles interpretan que sus maneras gentiles devuelven una imagen ‘femenina’ de él. Es decir, su sexualidad oscila entre la bisexualidad de un ser poderoso a quien su concepción del placer lo ha llevado a trascender fronteras de género y la del 'ganador', siempre acompañado por mujeres de belleza sin par. En sus hedonistas periplos por el mundo -incluida la visita que hizo a Buenos Aires en 1988- se lo ve con alguna de sus varias novias japonesas. Y si bien parece cultivar cierta imagen de sex symbol, ha desmitificado este aspecto de su vida. Una vez, un periodista francés le preguntó: ‘¿Usted tiene a diario varias relaciones sexuales con diferentes compañeras sexuales?’ Raël ironizó: ‘Tengo 44 años, ¡a veces incluso me resulta difícil hacer el amor una sola vez al día!’".

A pesar de eso, en las revistas de su movimiento casi siempre aparece rodeado de mujeres jóvenes con poca ropa, a lo Hugh Heffner (NdE: editor de la revista Playboy). "Aunque esta clase de publicidad no dice nada substancial sobre la vida privada de Raël y su falta de sensibilidad hacia un lenguaje tan sexista puede disculparse en alguien que asegura provenir de otro planeta, parece razonable suponer que las feministas, cuando se tropiecen por vez primera con este tipo de literatura, se sentirán molestas antes esos robots biológicos tan sensuales, esas vírgenes amnésicas e inseminadas por alienígenas y esa bandada de bellezas orientales que lo rodean", escribe Palmer.

La socióloga se está refiriendo a una divertidísima escena que -créase o no- Raël cita en su autobiografía estelar. Y que habría sucedido en 1975, mientras visitaba el planeta de los Elohím. "¿Desea compañía femenina?", le preguntó un robot. "Venga, conmigo podrá elegir." Raël aceptó el convite. El androide había hecho los arreglos para que el invitado viviera una noche inolvidable. "Así, me encontré transportado hasta la fábrica de robots. Delante de mí -cuenta Rael- apareció un cubo luminoso; de adentro surgió una magnífica morocha tridimensional de proporciones maravillosamente armoniosas... El robot me preguntó si me gustaba... Le dije que era perfecta. Tras mi negativa a cambiar nada en esa magnífica mujer, apareció una segunda, en este caso rubia y espiritual... Por último apareció una pelirroja todavía más sensual que las dos primeras... (y luego) una magnífica negra, después una china delicada y esbelta y una voluptuosa oriental". El robot le preguntó con cuál de esas jóvenes deseaba pasar la noche. Pero a Raël le gustaron todas y se retiró a la suite del hotel extraterrestre acompañado por las seis hermosas y sumisas muñecas, con las que aseguró haber pasado "la noche más alocada" de su vida.

Vorilhon reveló esa escena de 'sexo ciberalienígena a la carta’ en Los extraterrestres me llevaron a su planeta, donde expuso más detalladamente que en su primer libro sus experiencias, su doctrina y su misión. Raël no da el nombre ni las coordenadas del sitio donde dice haber sido llevado, pero agrega que se trataba del mundo donde moran los Elohim, el mismo que -según escribe- los textos sagrados tomaron por la residencia de Dios: el Edén. Allí, Yahvé es un científico extraterrestre inmortal a cargo de la mayor empresa biotecnológica de todos los tiempos: la que había creado a la Humanidad "a su imagen y semejanza" mediante manipulación genética.

Tras disfrutar de aquella sesión de sexo high tech en ese harén cosmopolita, Yahvé en persona invitó a Raël a sentarse en un sillón donde le calzaron un aparato en el cráneo. "Esta máquina despertará en usted ciertas facultades latentes", le explicó. Su cabeza estuvo "a punto de estallar" y vio pasar por sus ojos relámpagos multicolores. Al volver en sí, supo que algo había cambiado en él. Yahvé le explicó: "A partir de ahora veremos por sus ojos, escucharemos por sus oídos y hablaremos por su boca. Y aún podremos curar por sus manos... a aquellos enfermos que merecen que hagamos algo por ellos".

Así, la tecnología de Yahvé ungió a Rael enviado de los Elohim. Y se lanzó a propagar la buena nueva.

ARDE PARÍS (O DE CÓMO EL MUNDO REAL LE DA LA BIENVENIDA A RAËL)
Vorilhon fue invitado a varios programas de la TV francesa, luego de los cuales -pese a que algunos animadores se burlaron sin piedad- llenaba las salas de conferencias. Fundó el MADECH (Movimiento para la Bienvenida de los Elohim Creadores de la Humanidad) y, en octubre de 1975, ya se hacía llamar Raël. Tenía 27 años de edad y aquello era el embrión de un pujante movimiento religioso. Los medios no recibieron con simpatía a su iniciativa, que amén de hacer un culto a los OVNI era sexista y, para más inri, atea. De ser invitado a talks-shows donde irrumpía un señor disfrazado de marciano para que el conductor le preguntara si aquel ET ‘era o no parecido al que vio’, Raël pasó a ser víctima de una cruzada donde fue acusado de racista, pervertido, pederesta y lavador de cerebros. En 1991, el animador Geraldo Rivera coló una cámara oculta en una ceremonia del culto, Campo de Meditación Sensual (donde los adeptos reciben desnudos la "energía" de los Elohím), grabó a parejas haciendo el amor en el campamento y presentó al ritual como "un pretexto para el desenfreno sexual". En 1992, en un programa de debate conducido por el periodista Christophe Dechavanne, un disidente irrumpió en vivo acusándolo de tener a su esposa y niños prisioneros, de presidir "sacrificios humanos" y organizar "orgías pederastas". Nadie mencionó el sospechoso prontuario del agresor, Jean Parraga, sindicado como narcotraficante y ladrón de automóviles, ni que meses antes había intentado asesinar a Raël. Pese a los augurios, Raël superó su cumpleaños número 33 sin mayores sobresaltos (5).

LAS TRES ‘E’ (ESTRATEGIA, ESPECTÁCULO Y ESCÁNDALO)
Pese a que ganó varios juicios por difamación, Raël advirtió que la polémica que se había creado a su alrededor en Francia no lo favorecía y, a principios de los ’90, emigró con parte de su estructura a Quebec, Canadá. Fue allí donde el culto, en un ambiente más hospitalario hacia las minorías religiosas, comenzó a crecer. Sus nuevas estrategias para atraer la atención de los medios redundó en miles de nuevas afiliaciones. En 1992, por ejemplo, hizo sacar a la calle una camioneta rosada con decoración ufológica que distribuyó 10.000 profilácticos para repudiar la prohibición de las máquinas expendedoras de condones en los colegios católicos. Su defensa de la experimentación homosexual como técnica capaz de "reforzar el sistema inmunitario y mejorar inteligencia y habilidades telepáticas" exaltó su imagen herética. De poco le sirvió explicar que los Elohim condenan a la pedofilia y que su antiguo medallón (una svástika dentro de la estrella de David, que luego modificó para limar asperezas con las autoridades israelíes y hacer avanzar, dicho sea de paso inútilmente, sus gestiones para construir su embajada en Jerusalén), no pretendía burlarse del Holocausto sino representar "la integridad de tiempo y espacio". Los medios canadieneses, como describe el sociólogo Alain Bouchard, no le perdonaron sus jugadas mediáticas (6). Susan Palmer, la antropóloga que siguió la evolución íntima del grupo, percibió en reuniones internas de simpatizantes del movimiento raëliano que la ironía, la burla y el discurso anti-sectario que impregnaban los informativos mejoraron la imagen de las enseñanzas de Raël en el seno del grupo. "Los informes noticioso sobre Raël -escribió Palmer- despiertan respuestas asombrosamente entusiastas entre su gente. Según parece, el solo hecho de estar en las noticias es suficiente para complacer a los Elohim, quienes están (como asegura Raël) sobrevolando benévolamente sobre sus ‘creaciones’ en una nave espacial invisible". Y reclaman a los medios: "Respectez les differences!" ("Respete las diferencias!"). (7).

EL ATAQUE DE LOS CLONES
El 28 de marzo de 2000, parecía haber llegado a la cima de la popularidad: un Raël de 54 años, ya convertido en el líder de la religión platillista más numerosa y conocida del mundo, prestaba testimonio en una audiencia de un subcomité de la Asamblea Legislativa de los EE.UU. sobre clonación humana. Allí anunció que Clonaid, la empresa dirigida por la obispo raëliana, la empresa dirigida por la obispo raëliana Brigitte Boisselier, planeaba clonar a un bebé fallecido. La noticia tuvo gran repercusión. Los partidarios de la clonación terapéutica, no son razón, pusieron el grito en el cielo. El circo raëliano iba, indudablemente, a restar votos entre los senadores que ignorasen las razones que legítiman ese campo de investigación. Pese a que pocos creyeron en Eva, la noticia reactivó el debate sobre la necesidad de que el Congreso de los EE.UU apurase la aprobación de una legislación que prohibiera la clonación humana con fines reproductivos.

Desde el primer momento los raëlianos fueron conscientes, según Palmer, de la naturaleza política de esos tejemanejes. La profesora tuvo oportunidad de presenciar un diálogo interno donde los propios raëlianos se adelantaron que iban a comparar a su profeta con una suerte de Pinocho cibermístico: "La única razón por la que invitaron a Raël fue para desacreditar al partido pro-clonación diciendo: ‘Si queremos comenzar a clonar humanos, ¡vean qué fenómenos saldrán arrastrándose de la carpintería!'" Otro agregó: "Pero cuando escucharon lo que Raël tenía que decir, se dieron cuenta de que los raëlianos somos serios."

El tiempo, en el último caso, no les dio la razón. El 27 de diciembre, en la sala de conferencias del Holiday Inn de Hollywood, Florida, Boisselier anunció que había nacido Eva, la primera bebé clon. Pero, con el correr de los días, las prometidas pruebas no aparecieron. Peor aún: el mismo Raël relativizó el anuncio y -como los políticos a quienes no les importa lo que se diga mientras se hable de ellos- se conformó con la publicidad recibida. "¡Este suceso me ha ahorrado 20 años de trabajo!", exclamó. (8)

Para Raël, "cuanto más rápido se extienda el mensaje, más pronto los Elohím regresarán y legarán sus conocimientos científicos". Y más cerca estará el hombre de continuar el ciclo de sus creadores: luego le tocará a los terrestres repoblar planetas vírgenes "a nuestra imagen y semejanza". Algunos llegaron a comparar a Raël con Hitler y se preguntaron: ¿Vorilhon desea un mundo superpoblado de ‘raëlitos’? ¿O acaso piensa que un clon lo sucederá? Es exactamente la segunda su visión del futuro: "A diferencia del papa Juan Pablo II, una persona diferente con un nombre diferente, Raël II, ¡será la respuesta definitiva!". (9)

Bibliografía consultada:

1) Vorilhon, Claude; Los extraterrestres me llevaron a su planeta. Editorial Diana, México, 1981 (pp. 185).

2) Para confrontar las ideas de Raël y la literatura paracientífica de la época, en Internet existe un excelente estudio comparativo donde se lo acusa directamente de plagio (http://www.rael.free.fr/).

3) Introvigne, Massimo; "Los raëlianos, una religión atea tras el anuncio de la clonación", en Zenit [Zenit.org, 14/01/2003] http://www.cesnur.org/2003/mi_rael_es.htm#Anchor-49575

4) Palmer, Susan J; "Women in the Raelian Movement: New Religious Experiments In Gender and Authority" en James R. Lewis comp. The Gods Have Landed (1995). New York: State University of New York Press. 105-135. Traducción: Luis R. González Manso

5) Palmer, Susan J.; "The Rael Deal", en Religion in The News, Vol. 4, No. 2, boletín editado por The Leonard E. Greenberg Center for the Study of Religion in Public Life - Trinity College, Hartford CT (2001). http://www.trincoll.edu/depts/csrpl/RINVol4No2/Rael.htm

6) Bouchard, Alain; "Les médias carburent au scandale, comme les raëliens carburent au…La secte, le sexe et la rationalité : du divertissement à l’exclusion sociale" en Les sectes, un danger?, Duhaime, Jean y St-Arnaud, Robert-Guy (comp.) Montréal, Fidès, 2001.

7) Palmer, Susan "UnRael!", en en Religion in The News, Vol. 6, No. 1, boletín editado por The Leonard E. Greenberg Center for the Study of Religion in Public Life - Trinity College, Hartford CT (2003)Traducción: Lionel Fernández. En http://www.trincoll.edu/depts/csrpl/RINVol6No1/UnRael!.htm

8) "Fundador Raeliano Admite que el Informe de la Clonación Podría ser Falso", en el Calgary Sun del 20/1/03, citado por Palmer.

9) Amabili, Carl; en Fortean Times nº 126. Octubre 1999. Traducido por Luis R. González Manso.

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ENLACES RELACIONADOS

http://www.rael.org

http://www.rael.org/int/press_site/spanish/pages/frontpage.html

http://www.clonaid.com

http:www.forteantimes.com

 

 

[Por Alejandro Agostinelli. Este texto es parte del Proyecto Enciclopedia Multimedia de Cultos, Mitos y Misterios. Exclusivo para Dios! © 2002 Todos los derechos reservados.]
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