Chaves Zelaya, Neiva [“Tía Neiva”] (1925-1985)
Médium, Líder de El Valle del Amanecer, Brasil

Fundadora de la comunidad Valle del Amanecer, Neiva Chavez Zelaya, más conocida entre sus seguidores como "Tía Neiva", nació en 1925 en Propiá, en Sergipe, una pobre aldea nordestina. La mitología que se generó alrededor de su personalidad se fusiona con los orígenes de Brasilia, Distrito Federal del Brasil. "Madre ejemplar", según los biógrafos del culto inspirado en sus experiencias, Neiva quedó viuda a los 24 años y luchó sola para alimentar a sus cuatro hijos, participando años después de la construcción de la capital del Brasil como "la primera mujer con licencia para manejar un camión". Establecida en Goiana, al poco tiempo encontró empleo como chofer de ómnibus. Luego se integró a la empresa constructora de la nueva ciudad. En 1958, con 33 años, comenzó a tener visiones, muchas de ellas... mientras iba al volante.

¿LOCURA, VIDENCIA O QUÉ?
Católica practicante, Neiva sentía “horror por esas cosas del espiritismo”. Por eso, temerosa de estar “volviéndose loca”, fue a consultar a un psiquiatra. Mientras le contaba su “problema”, tuvo una visión: “A su lado veo a un señor que dice llamarse Juca, que era su padre y murió hace 62 días”. El médico quedó azorado: efectivamente -cuenta ella- "ése era el nombre de su padre", quien había fallecido dos meses atrás. Tras explicarle que su caso “escapaba a la psiquiatría”, el profesional dio por terminada la consulta. La “confirmación científica”, por así decir, que había recibido de su mediumnidad no la alegró: furiosa, abandonó la sesión dando un portazo (*). Neiva aseguraba poseer una “conciencia simultánea”, a la que definía como “la capacidad de vivir la vida en planos diferentes, sin perjuicio de las leyes que rigen cada plano, y su posibilidad de comunicarse a la vez con cada uno de esos planos; la materia densa, el mundo etérico y el plano espiritual”.

PROFECÍAS DE OTRO MUNDO
Tras largos avatares, sus guías le ordenaron mudarse a Brasilia. Se establece en la zona en 1959. Primero fijó residencia en Serra do Ouro, municipio de Alexania, en Goiás. Allí, con la ayuda de su maestra espiritual, la medium Dona Nenén, y un puñado de seguidores, fundó la Unión Espiritista Flecha Blanca. Según sus biógrafos, el culto fue inspirado por un “cacique interplanetario” que, en una vida anterior, habría sido Francisco de Asís, encarnado luego en “un valiente nativo que durante la conquista combatió a los españoles con palabras de amor”. Pero todo esto preanunciaba una misión superior. Tía Neiva ya era una nordestina que asombraba a su círculo de seguidores con sus profecías y sus dones terapéuticos que se sentía convocada a formar una gran comunidad mística. En 1965 conoció a quien sería su pareja, el consejero de la Universidad de Brasilia Mario Sassi. En ese encuentro supieron que sus almas estaban predestinadas. Sassi abandona su trabajo, vida social y familiar, y decide seguir a Tía Neiva, convirtiéndose en el teórico y escriba oficial del grupo. En 1968 comienzan a construir lo que sería el Valle del Amanecer.

(*) Está claro que este aspecto de su vida es autorreferencial: en la literatura de El Valle del Amanecer ni siquiera es conocido el nombre del psiquiatra.

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[Por Alejandro Agostinelli. Este texto es parte del Proyecto Enciclopedia Multimedia de Cultos, Mitos y Misterios. Exclusivo para Dios! © 2002 Todos los derechos reservados.]
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