Sagan, Carl (1934-1996)
Astrofísico y Escritor. EE.UU.

“Mis padres -recordó en su testamento intelectual, “El mundo y sus demonios” (1996)- no sabían casi nada de ciencia. Pero al introducirme simultáneamente en el escepticismo y lo asombroso, me enseñaron los dos modos de pensamiento difícilmente compaginables que son la base del método científico". Carl Sagan nació el 11 de noviembre de 1934 en Bensonhurst, un barrio situado en el corazón de Brooklyn, Nueva York. Cursó su preparatoria en la Radway High School en New Jersey. Se graduó en Física a los 20 años. Seis años después, obtuvo el doctorado en Astronomía y Astrofísica en la Universidad de Chicago. De aquellos años Sagan evocaba con afecto al profesor Robert M. Hutchins, en cuyas clases “la ciencia se presentaba como parte integral del maravilloso tapiz del conocimiento humano… Se consideraba impensable que un aspirante a físico no conociera a Platón, Aristóteles, Bach, Shakespeare, Gibbon, Malinowski y Freud”.
En la tesis mediante la cual obtuvo su doctorado, Sagan propuso que la vida en Venus tal como la conocemos era imposible porque la espesa capa de nubes que cubría el planeta mantenía una altísima presión

atmosférica y una temperatura global permanente que sobrepasaba los 400º centígrados. Años después, su hipótesis sería confirmada por las observaciones de las sondas Venera, Mariner, Pionner Venus, Vega y Magallanes.
En junio de 1957 se casó con la estudiante Lynn Alexander, una bióloga que esbozó una polémica teoría sobre la evolución de la vida en la Tierra. Se divorció de Lynn (luego Alexander Margulies) en 1963. De éste, su primer matrimonio, nacieron sus hijos Dorion y Jeremy. Desde 1962 hasta 1968 trabajó como Astrofísico en el Observatorio Astrofísico Smithsoniano y tuvo tiempo de estudiar los orígenes de los organismos con los genetistas Hermann J. Muller (Premio Nobel) y Joshua Lederberg, sentando las bases de la exobiología o astrobiología.

EL ACADÉMICO TRANSGRESOR
Su activa participación en el proyecto Mariner 4 de la NASA -la primera sonda que llegó a Marte, en junio de 1965- coincidió con su desenvuelta inserción en el escenario académico y sus primeras apariciones públicas. Sagan encarnaba el modelo del joven científico y audaz, dispuesto a desafiar lo establecido. Profesor ayudante de astronomía en la Universidad de Harvard y astrofísico en el Observatorio Astrofísico Smithsoniano (1962-1968), por entonces participó con el científico soviético I. S. Shklovski en un histórico encuentro sobre búsqueda de vida extraterrestre. Estas actividades lo convirtieron en un pionero de la cooperación científica con la ex URSS en tiempos de la guerra fría. Hay una anécdota que refleja bien su fama de científico independiente, imprevisible y heterodoxo: cuando en los ’80 el ex primer ministro soviético Mijail Gorbachov le propuso a Ronald Reagan planificar una misión conjunta a Marte, el presidente norteamericano desechó enseguida la idea cuando se le informó que Sagan era el patrocinador de la idea.
Ya sea por su proximidad con los científicos de la ex URSS como por su interés por la vida extraterrestre (por ejemplo el que mostró en la recopilación “OVNIS: Un Debate Científico”, 1972), las iniciativas que Sagan organizaba en Harvard no eran vistas con simpatía por las autoridades de la Universidad, que decidieron no renovarle el contrato. Así, emigró a la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York, con Linda Salzmann, su nueva esposa desde 1968. Allí, junto con su colega Frank Drake desarrolló la fórmula para calcular el número de civilizaciones tecnológicas existentes en nuestra galaxia con las cuales podríamos establecer comunicación.
Posteriormente, ejerció como profesor en la cátedra David Duncan de Astronomía y fue director del Laboratorio de Ciencias Planetarias en la Universidad de Cornell. Allí realizó varios experimentos centrados en el origen de la vida. En uno de ellos, por ejemplo, confirmó que las moléculas orgánicas base de la vida pueden reproducirse en laboratorio bajo condiciones controladas.
Consultor permanente de la NASA desde los años ’50 y científico invitado en el Jet Propulsion Laboratory [Laboratorio de Propulsión a Reacción] del Instituto de Tecnología de California, tuvo un activo papel en el proyecto Apolo 11 como instructor de los astronautas y en la misión Mariner 9 a Marte, que pasó a la historia al determinar que el Planeta Rojo alguna vez fue activo y acaso pudo albergar vida. Tambien formó parte de los proyectos Pioneer, Viking, Galileo y Voyager. Sagan fue quien tuvo la polémica idea de incluir un disco de oro con información sobre la vida en la Tierra en las sondas Pionner y Voyager, las que, al completar sus respectivas misiones en los confines del Sistema Solar, saldrían disparadas hacia el espacio profundo. Algunos acusaron a sus contenidos por su “chauvinismo cósmico” (1). Aún así, sus iniciativas se convirtieron en la primeras “arcas de Noé” despachadas al espacio exterior.

SAGAN MULTIFACÉTICO
También fue un activo militante a favor del desarme y por la causa de la paz, llegando a ser detenido durante una manifestación frente al Capitolio. Agudo crítico de los deterioros que causarían una guerra nuclear, criticó duramente los intentos suicidas por producir armamento nuclear por parte de las grandes potencias. También se opuso firmemente al desarrollo de defensas nucleares ante el eventual impacto de un asteroides: las propias armas atómicas, insistía Sagan, son más peligrosas que los asteroides.
Sagan fue el ángel cupido que enamoró a millones de lectores y televidentes con la ciencia. El fascinante estilo con que explicaba las cosas más complicadas, convertía a cada tema que abordaba en oro: la exploración planetaria, la vida extraterrestre, la educación científica, la preservación del ambiente y la política... Su talento para divulgar la ciencia -tarea en la que priorizaba encender la chispa de la curiosidad antes que difundir meros conocimientos- fue una de sus mayores virtudes, junto con la de predicar con el ejemplo que el pensamiento crítico debe ser una actitud que no empieza y termina en aquellas cuestiones relacionadas con la ciencia sino que debe abarcar todos los aspectos de la vida. En esa línea instó a los científicos no aliarse a los intereses políticos: “Si no podemos pensar por nosotros mismos, si somos incapaces de cuestionar la autoridad, somos pura masilla en manos de los que ejercen el poder”, escribió.
Columnista científico en centenares de diarios y revistas, sus principales obras estuvieron consagradas a popularizar la ciencia. "Los Dragones del Edén" (1978), uno de sus primeros libros, recibió el Premio Pulitzer. Un año después contagiaría masivamente su entusiasmo por la ciencia a través de la serie televisiva “Cosmos”, ganadora de tres premios Emmy y un Peabody. Pero su principal mérito no fueron los premios sino haber hecho entrar la cosmología, la historia de la ciencia y la astronomía a más de 500 millones de hogares, convirtiendo a los 13 capítulos de aquel programa en el intento por divulgar la ciencia más exitoso de la televisión mundial. El libro del mismo título batió récords de venta y sigue siendo el más vendido del género en inglés. Luego escribió “Contacto”, su novela-manifiesto, donde presentó un escenario posible de contacto con inteligencias extraterrestres y reflejó sus preocupaciones de toda la vida respecto de la compleja trama de relaciones entre ciencia y religión. Llevada al cine en 1997, Sagan se esforzó para que sus especulaciones, más que parecer realistas, fueran teóricamente posibles, para lo cual consultó a los más notables científicos de cada área. La novela derivó en hallazgos posteriores: Kip S. Thorne, un destacado físico teórico, perfeccionó su teoría sobre los agujeros de gusano tratando de averiguar si era científicamente posible que Elleanor Arroway -la exobióloga que protagoniza la novela- viajara más rápido que la velocidad de la luz.
En “El Universo de Carl Sagan” (Cambrigde University Press, Madrid, 1999), un libro que recoge las conferencias que sus colegas y amigos le dedicaron al cumplir sesenta años y editado tras su fallecimiento, Bill Murray destacó: "Carl Sagan fue el padre del tema de la vida en Marte”. Es que su brillante intelecto, su capacidad para transmitir con fluidez sus ideas y su intensa personalidad le permitieron influir sobre los demás e imponer “agendas” de temas en el tiempo y el lugar donde vivió.

SAGAN, EL ACTIVISTA
Fue cofundador y presidente durante doce años de la Sociedad Planetaria, la organización más importante del mundo dedicada a temas espaciales, con más de 100 mil miembros en todo el mundo. También, fue responsable de la prestigiosa revista Icarus y líder del Proyecto SETI (Búsqueda de inteligencia extraterrestre). En 1976, cofundó con otras personalidades el Comité Para la Investigación de Presuntos Fenómenos Paranormales (CISCOP). También cuestionó las seudociencias y la religión en “El cerebro de broca” (1979) y "El mundo y sus demonios” (1996). Una frase de ésta, su obra póstuma, rescata el espíritu que lo guió toda vez que abordó estos temas: “Si no podemos pensar por nosotros mismos, si somos incapaces de cuestionar la autoridad, somos pura masilla en manos de los que ejercen el poder”.
A lo largo de su vida recibió tantas distinciones que es imposible enumerarlas a todas. Recibió la medalla Oersted, el premio John F. Kennedy de la Sociedad Astronáutica Americana, el premio del 75 aniversario de Explorers Club, la medalla Konstantin Tsiolkovsky y Soviética y el premio Masursky de la Sociedad Astronómica Americana y 22 títulos honorarios de diferentes universidades norteamericanas. Un asteroide, el 2709, fue bautizado con su nombre y cuando en 1994 la Academia Nacional de Ciencias le concedió el premio más importante, la medalla pública Bienestar Público, la entidad expresó: “Nadie nunca consiguió transmitir las maravillas ni el carácter estimulante y jubiloso de la ciencia con tanta amplitud como lo ha hecho Carl Sagan…” Nadie mejor que él encarnón en el siglo XX el espíritu ecléctico del Renacimiento: sus contribuciones abarcaron la ciencia, la literatura, la educación y la conservación ambiental.
Divorciado de Salzmann en 1982, el 1° de junio de ese mismo año se casó con Ann Druyan, quien lo acompañó hasta sus últimos días. Cuando se le diagnosticó una enfermedad llamada mielodisplasia, un síndrome preleucémico, Sagan fue sometido en tres ocasiones a transplante de médula ósea y quimioterapia. Falleció en Seattle, a causa de una neumonía, en la madrugada del 20 de diciembre de 1996. Tenía 62 años.


Nota:
1) CHAUVINISMO CÓSMICO EXPLICADO: Algunos críticos acusaron a la NASA de “ingenua” (la placa de las Pionner el hombre mostraba la palma de su mano en gesto de bienvenida, como si un ET no pudiera interpretar precisamente lo opuesto) y otros de “hipocresía”: los discos de la Voyager, ciertamente, ocultaron no sin engañoso pudor aspectos non-sanctos de nuestra inmaculada civilización occidental y cristiana...

Bibliografía consultada:

Sagan, Carl. "Los dragones del Edén: Especulaciones sobre la evolución de la inteligencia humana". Ed. Grijalbo-Mondadori. Col. Crítica. Barcelona, 1993.]

Sagan, Carl [1995]: "El mundo y sus demonios. La ciencia como una luz en la oscuridad". Editorial Planeta, Buenos Aires, 1997.

Sagan, Carl. "Miles de millones: Pensamientos de vida y muerte en la antesala del milenio". Ediciones B (Col. SineQuaNon). Barcelona 1998.

Terzian, Yervant; y Bilson, Elizabeth (Eds.); "El Universo de Carl Sagan" [Carl Sagan's Universe, Cambrigde University Press, 1997]. Trad. de Dulcinea Otero Piñeiro y David Galadí-Enríquez. Madrid 1999. 336 páginas.

Camejo Marco Antonio, “Biografía de Carl Sagan” En http://almaak.tripod.com/biograph/Carl_Sagan.htm

NOTAS RELACIONADAS:
Bibliografía Básica.
Fragmento de “El mundo y sus demonios”

BIOGRAFÍAS RELACIONADAS:
Mijail Gorbachov
Ronald Reagan
Frank Drake
Kip S. Thorne
John F. Kennedy
Konstantin Tsiolkovsky
Ann Druyan

ENLACES RELACIONADOS:
Sociedad Planetaria
SETI (Búsqueda de inteligencia extraterrestre)
CSICOP (Comité Para la Investigación de Presuntos Fenómenos Paranormales)

 

[Por Alejandro Agostinelli. Este texto es parte del Proyecto Enciclopedia Multimedia de Cultos, Mitos y Misterios. Exclusivo para Dios! © 2002 Todos los derechos reservados.]
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