Es el descubridor la existencia de una válvula biológica
alojada en la base del cerebro que no permite la entrada de nueva información
sobre aquella que ya radica en la memoria. Así, el paciente no
ve la nueva información, aunque sabe que hay algo
y, entonces, inventa argumentos para quitársela
de encima.
Ramachandran trabaja exclusivamente con pacientes neurológicos
y una de sus áreas de interés son las bases neurológicas
del arte. También se ha ocupado del controvertido campo de la Neuroteología,
o la búsqueda de las bases neurológicas de la experiencia
mística.
CEREBRO ENTRE CEREBROS
Comenzó su carrera como físico en el Stanley Medical College,
donde recibió una medalla de oro en patología y medicina
clínica. Luego obtuvo su doctorado en neurología en el Trinity
College de la Universidad de Cambridge. Antes de mudarse a La Jolla, ingresó
en la Universidad de Oxford y en el Instituto Californiano de Tecnología.
Integra el equipo de redacción de varias revistas internacionales,
donde publicó más de 110 papers científicos, incluyendo
tres artículos con referato para Scientific American. Ha
editado cuatro volúmenes de la Encyclopedia of Human Behavio
que fueron citados por la Library Journal como las más
instructivas referencias publicadas en 1994 sobre ciencias del comportamiento.
En 1995 inauguró -ante 6.000 científicos-, la conferencia
La Década del Cerebro en el encuentro del Silver Jubilee
organizado por la Sociedad de Neurociencias. Ese mismo año fue
elegido miembro del Atheneum, el más antiguo club científico
del mundo, fundado en Londres por Michael Faraday
y Humphrey Davy. Intervino en numerosos programas
de TV (PBS, BBC y en la TV alemana) y sus trabajos fueron reseñados
por The New York Times, Discover, National Geographic
y Time and Life. La revista Newsweek, finalmente, lo nombró
miembro del Club de la Centuria.
LA MÁQUINA ESPIRITUAL
Ramachandran dio a conocer sus propios estudios sobre la experiencia religiosa
en octubre de 1997, cuando presentó el trabajo titulado The
Neural Basis of Religious Experience [Las Bases Neurales de la Experiencia
Religiosa] en la Sociedad [Norte]americana de Neurociencias. Los primeros
resultados sugerían que la intensidad de los sentimientos religiosos
podía depender de aumentos naturales -o inducidos por un casco-
de la actividad eléctrica en el lóbulo temporal. Por primera
vez, Ramachandran, en la línea de sus colegas Andrew
Newberg y Michael
Persinger, mostró evidencias de cómo el cerebro procesa
las experiencias espirituales y el papel que desempeñaba en esta
tarea la Epilepsia del Lóbulo Temporal (TLP, por Temporal Lobe
Epilepsy). Este hallazgo podría indicar que el lóbulo
temporal es el escenario mental de la experiencia religiosa. Esa parte
del cerebro (llamada área de Broca) involucra la percepción
del lenguaje y tal vez podría explicar la experiencia de escuchar
la voz de Dios cuando la información sensorial está
restringida (como en la meditación o en la oración) y el
sujeto tiene la tendencia a atribuir sus pensamientos internos a fuentes
externas (veerLa
religión y el cerebro: ¿Todo es cuestión de fe?).
.
FANTASMAS DE LA MENTE
Su obra Phantoms in the Brain : Probing the Mysteries of the Human
Mind [traducida al español como Fantasmas en el Cerebro.
Los misterios de la mente al descubierto (Editorial Debate, Madrid,
1999)], en coautoría con Sandra Blakeslee, fue seleccionada como
una de las mejores de 1998 por The Economist y fue
finalista por el Premio al Libro promovido por Los Angeles Times.
Allí abordan una teoría neurológica de la mente y
del yo y ofrecen explicaciones para algunas de las más extrañas
dolencias físicas de origen neurológico. Ramachandran y
Blakeslee afirman que, cuando los miembros fantasma que algunas personas
con brazos o piernas amputados creen poseer (incluso al punto de sentir
dolor), las zonas del cerebro relacionadas con esas funciones quedan desocupadas.
Entonces, las zonas neurológicamente adyacentes (correspondientes
a otras partes del cuerpo) se expanden, dando trabajo
al área desocupada. El resultado es que aparecen esas extrañas
sensaciones donde el miembro ya no está. En el libro
explican cómo controlar esas percepciones. Si una mano fantasma
pica y uno se quiere rascar, por ejemplo, la molestia se calma
¡rascándose en la mejilla! Moraleja: las ciencias
duras, a veces, pueden arrojar resultados tan sorprendentes como
la más fantástica de las pseudociencias.
[Por Alejandro Agostinelli. Este texto es parte del Proyecto Enciclopedia
Multimedia de Cultos, Mitos y Misterios. Exclusivo para Dios! ©
2002 Todos los derechos reservados.]
Bibliografía:
Begley, Sharon;
La religión y el cerebro, Revista Newsweek, 11 de junio
de 2001 [publicado en Newsweek en español el 16 de mayo
de 2001. Pp. 38-44]
Connor, Steve; God spot is found in brain, en
http://cas.bellarmine.edu/tietjen/images/new_page_2.htm
Vilayanur Ramachandran, The Third Culture en The Edge
[http://www.edge.org/]
BIOGRAFÍAS RELACIONADAS:
Andrew Newberg
Michael
Persinger
NOTAS RELACIONADAS:
La
religión y el cerebro: ¿Todo es cuestión de fe?
Santas
Neuronas
En
busca del módulo de Dios
Trance
y posesión: complejidad de una experiencia
Sitio Personal: http://psy.ucsd.edu/faculty_p/ramachandran_v_p.html
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