.Nació en 1930 en la ciudad de Praga, capital de la ex Checoslovaquia. Considerado el “padre de la Psicología Transpersonal”, Grof es uno de los más influyentes psicoterapeutas surgidos a comienzos de los setenta del Instituto de Esalen (California), dedicándose a la exploración de los efectos del LSD, las sustancias psicodélicas y la hiperventilación (o “respiración holotrópica”) sobre los estados no ordinarios de conciencia.
Interesado en su adolescencia en los bosquejos de animación gráfica que precedieron el desarrollo de los dibujos animados, llegó a rendir examen de ingreso para estudiar en el Instituto Fílmico de Praga. Pero otro tema llamaría su atención al caer en sus manos “Introducción al Psicoanálisis”, de Sigmund Freud, que devoró en pocos días. Así, decidió iniciar estudios de Medicina en la Universidad de Praga.

En el Departamento de Psiquiatría de la Universidad Charles, se integra a un pequeño grupo de psicoanálisis, con tres miembros de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA).

"CHAMANIZADO" POR UNA EXPERIENCIA
En el contexto de la Checoslovaquia de los ’50, dominado por la ideología comunista, Grof se interesa en las religiones comparadas y obtiene su título de Médico Psiquiatra y su doctorado en la Academia Checoslovaca de Ciencias. No bien atendió a sus primeros pacientes, comenzó a decepcionarse de la doctrina freudiana.
En la Escuela de Medicina de la Universidad se empieza a trabajar con tranquilizantes en pacientes psiquiátrico y -entre 1954 y 1957- Grof recibe muestras de un nuevo medicamento desarrollado en el Laboratorio Sandoz de Suiza por Albert Hofmann. Eran muestras de LSD-25. Grof se ofrece voluntario para una sesión con LSD. “Mi primera sesión con LSD -dijo- cambió radicalmente mi vida personal y profesional. Experimenté un encuentro extraordinario con mi inconsciente e instantáneamente esa experiencia eclipsó todo mi interés anterior por el psicoanálisis freudiano”, explicó Grof. El médico había alcanzado un “estado visionario” indistinguible de una experiencia mística. El objetivo del experimento era averiguar el efecto de las luces brillantes en el cerebro. “Durante mi experiencia -continuó Grof- fui alcanzado por un resplandor comparable a la luz que emana del epicentro de una explosión atómica. El rayo de luz me catapultó de mi cuerpo, dejé de sentir la presencia del asistente de investigación, el laboratorio y todos los detalles de mi vida como estudiante en Praga. Mi conciencia pareció estallar y adquirí dimensiones cósmicas”.
Convencido de que esta droga podía convertirse en una herramienta capaz de “cerrar la brecha entre el brillo teórico del psicoanálisis y su falta de efectividad terapéutica”, recuperó el interés por el estudio de casos. A cargo del Instituto de Investigaciones de Praga, comenzó a estudiar los efectos del LSD en pacientes con diversos trastornos emocionales, depresivos, psiconeuróticos, alcohólicos, drogadictos, psicóticos indeterminados, así como en colegas, psicólogos, artistas y amigos voluntarios. Grof, en una sociedad cuyos dirigentes eran hostiles a las ideas religiosas, descubrió que sus pacientes y sujetos experimentales relataban vivencias y sentimientos similares a los descriptos por místicos y neo-conversos en los libros sagrados. Esas investigaciones lo llevaron del “materialismo ateo” a adoptar un sistema de creencias más místico que científico. Sus trabajos no eran recibidos con simpatía por la comunidad médica, pero un pequeño grupo de investigadores empezó a interesarse en sus descubrimientos.

DE REGRESO AL IDIOMA DE LA CIENCIA
En agosto de 1968, al cabo de la llamada “Primavera de Praga”, en la que Checoslovaquia se separa de la ex URSS, Grof recuperó una postura “cientificista”, cuidadosa del lenguaje y despojada de metáforas sospechosas de misticismo. Aún en ese “camuflaje”, ese clima de apertura le facilitó establecer contactos con colegas de los Estados Unidos, siendo invitado en 1967 como investigador y clínico por la Universidad John Hopkins de Baltimore, donde comienza su carrera académica en ese país. Tanto su percepción “desde el Este” como sus propias teorizaciones e investigaciones en el campo de las terapias psicodélicas interesaron vivamente a los especialistas norteamericanos. Así, llega a ser jefe y catedrático del Centro de Investigación Psiquiátrica de la Universidad de Maryland, donde trabaja con Joan Halifax, catedrático de Psiquiatría en la Clínica Henry Phillips de la Universidad John Hopkins. En Baltimore comenzó a compartir con otros investigadores en psicodélicos (especialmente antropólogos, parapsicólogos y neurofisiólogos) el concepto general de su trabajo. En 1969, Grof conoce a Abraham Maslow, Anthony Sutich y James Fadiman. El grupo decidió lanzar un nuevo movimiento psicológico centrado en el estudio de la consciencia que reconociera el significado de la “dimensión espiritual” de la psíquis, escuela a la que denominaron “Psicología Transpersonal”. El grupo fundó el “Journal Of Transpersonal Psychology” y la Asociación de Psicología Transpersonal (ATP). Invitado en 1973 al Instituto Esalen, en el sur de California, se instaló allí hasta 1987. Se integró al Directorio del Instituto y allí Joseph Campbell le presenta a su actual esposa Christina Grof. Ella le daría a conocer las ideas de Swami Muktananda Paramahansa, líder espiritual de Siddha Yoga, a quien más tarde conoce en Bombay, India. El swami ejercerá una influencia decisiva en toda su obra. También se relaciona con Gregory Bateson, Fritjof Capra, Elmer y Alice Green, Stanley Kripner, Rupert Sheldrake, Charles Tart y a los psicólogos Arrien, Jack Kornfield, Ralph Metzmer, Frances Vaugham, Roger Walsh y Ken Wilber.
Durante ese período se penaliza el uso del LSD y suspendió sus investigaciones. La prohibición le condujo a desarrollar la técnica de Respiración Holotrópica (hiperventilación y música evocativa) que reemplazaron el uso del ácido lisérgico pero que produce efectos similares. Así, en 1978, nacería la Asociación Transpersonal Internacional (ITA), fundada por Grof, Michael Murphy y Richard Price. Más tarde, en 1980, con su esposa Christina, una maestra hawaiana de arte y yoga, fundaría la Red de Emergencias Espirituales, “para ofrecer apoyo a quienes atraviesan procesos de transformación”.
Entre su obra se destacan “La mente Holotrópica”, “Reinos del inconciente humano”, “El encuentro humano con la muerte”( con Joan Halifax), “Psicoterapia LSD”, “Más allá del cerebro”, “La aventura del ser”, “En busca del Ser” (Planeta, 1991) y “Emergencia espiritual” (Planeta, 1992), una compilación elaborada con Christina Grof.

VISIONES IMPOSIBLES
En uno de sus textos más citados, “Reinos del inconciente humano” (1975), Grof expuso los resultados de sus experimentos con personas que -bajo efectos del LSD- describían visiones fantásticas que, siempre según Grof, reflejaban experiencias imaginarias que procedían de recuerdos del nacimiento (trauma natal). Esa imaginería perinatal se dividía en cuatro etapas, habiendo hallado evidencias de que ésta se encuentra dispersa en todas las culturas, especialmente en diferentes rituales religiosos. Inducidos por esta sustancia, los sujetos describían criaturas celestiales o deidades que se ajustaban a su marco de referencias cultural o sistema de creencias. Estas investigaciones despertaron interés entre algunos estudiosos heteroxodos, aunque no tanto el de la comunidad psicológica tradicional. Sin embargo, inspiró algunos trabajos que, si bien con los años recibieron fuertes críticas, en su momento renovaron el aire de la investigación paranormal. El ufólogo junguiano Alvin Lawson, por ejemplo, comparó las apariciones descriptas por Grof con los humanoides descriptos en los casos de personas que aseguran haber sido raptadas por extraterrestres bajo hipnosis. Tiempo después, los estudios de Lawson perdieron consenso científico. Pero fueron una voz de alerta contra el uso indiscriminado de la hipnosis como técnica válida para recuperar recuerdos confiables de quienes creen haber protagonizado una experiencia extraordinaria.
Grof reside con su esposa Christina en Mill Valley California. Allí dirige seminarios sobre Respiración Holotrópica y Psicología Transpersonal y recorre el mundo dando conferencias sobre su especialidad.

[Por Alejandro Agostinelli. Este texto es parte del Proyecto Enciclopedia Multimedia de Cultos, Mitos y Misterios. Exclusivo para Dios! © 2002 Todos los derechos reservados.]

Bibliografía:
Vásquez Castillo, Marco; “Stanislav Grof: Holonavegante de la consciencia”.
Grof, S. (s/a). Adicción, espiritualidad y la ciencia occidental. www.mercurialis.com/web/eca/eca-htm/grof.htm
Grof, S. (1994). Psicología transpersonal. Barcelona: Kairós.
Grof, S. (1994b). La mente holotrópica. Barcelona: Kairós.
Reedwood, D. (1995). Stan Grof interview, Frontiers of the mind. Health World on line. www.healthy.net/library/interviews/Grof.htm

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